Nuevo ciberataque al Ministerio de Trabajo
El Ministerio de Trabajo se vio ayer afectado por un ciberataque, casi tres meses después de que el Servicio Público de Empleo Estatal sufriera otro percance de este tipo, confirmaron fuentes de ese Departamento a Efe.
Los responsables técnicos del Ministerio se reunieron con colegas del Centro Criptográfico Nacional, dependiente del CNI, para averiguar el origen del ataque y restablecer la actividad lo antes posible.
Tras constatar que se trataba de un ciberataque, los técnicos han establecido los cortafuegos correspondientes, con el fin de evitar más daños.
Precisamente, esos profesionales han evaluado los daños y el alcance del ataque, aunque, según las mismas fuentes, es menor que el que se produjo con el SEPE a mediados de marzo.
En aquellas ocasión, el ataque paralizó los servicios que presta el Servicio Público de Empleo Estatal a través de internet y también en las oficinas, una situación que duró varios días.
El servicio informático del SEPE fue infectado con un ransomware, un software malicioso que tiene la capacidad de cifrar archivos y bloquear ordenadores para obtener dinero a cambio de devolver el funcionamiento normal al sistema.
El ataque imposibilitó el 9 de marzo casi todas las tramitaciones en el SEPE durante más de una semana y llevó a los funcionarios a tener que tramitar solicitudes de forma manual.
Entonces el ciberataque coincidió además con la convocatoria de huelga que los trabajadores del organismo en protesta por la falta de recursos para tramitar la avalancha de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se agravará con los retrasos ocasionados por el ataque.
Aquella amenaza obligó al Gobierno a acelerar la nueva estrategia nacional de ciberseguridad y el Ejecutivo comenzó a trabajar en una nueva ley sobre el 5G para reforzar la seguridad de las redes y evitar estos ataques y que también vigilará a los proveedores de estos servicios.
La investigación sobre el ciberataque al SEPE apunta a Rusia, no tanto por razones técnicas, sino más bien políticas y geoestratégicas, según El Confidencial.