Nadal, en su ambiente natural
● El balear se dejó un set camino de su decimocuarta semifinal en París ante Schwartzman, que cortó su racha de 36 mangas ganadas seguidas ● Djokovic, rival para el gran duelo
Rafael Nadal se dejó un set Diego Schwartzman, el primero que pierde desde 2019 en Roland Garros, pero se impuso camino de su decimocuarta semifinal en París, al ganar por 6-3, 4-6, 6-4 y 6-0. El duelo, repetición de las semifinales del año pasado, fue más igualado, por momentos pareció incluso que podía caer del lado del argentino, pero una reacción del balear en el tramo final lo dejó a un escalón de una nueva final. Para disputarla deberá superar a Novak Djokovic, que ganó a Matteo Berrettini por 6-3, 6-2 y 6-7 (5) y 7-5.
Schwartzman, que llegaba al partido sin haber perdido un set, con el tono recuperado del año pasado tras una irregular gira de tierra batida, obligó al mallorquín a elevar su nivel, a buscar en los más profundos recursos de su talento. El resultado fue un duelo vistoso, con dos sets jugados que hicieron las delicias del público, de nuevo de vuelta de forma numerosa a las gradas por el alivio de las restricciones impuestas por la pandemia.
Los 5.000 espectadores, un tercio del aforo de la Philippe Chatrier, vieron la victoria 105 de Nadal en su torneo predilecto, la undécima contra el argentino en 12 duelos. El Peque arrancó el primer set a Nadal desde 2019, poniendo fin a una racha de 36 consecutivos victoriosos, a dos de su récord de 38 que también cortó él en 2018. El numero 3 del mundo comenzó fuerte, seguro desde el fondo de la pista, y Schwartzman tardó en entrar en juego, lo que unido a la precisión del español le permitió apuntarse el primer parcial.
A partir de ahí sufrió una transformación el Peque, convertido en un martillo percutor que vulgarizó el juego del rey de Roland Garros, obligado a sobrevivir los ataques del 10 del mundo, que llegó a ponerse 0-3, clave para hacerse con la segunda manga.
Nadal decidió poner fin a la fiesta, elevó el nivel y de su raqueta salieron los puntos más brillantes. Volvieron a verse chispas en sus golpes mientras Schwartzman que bastante tenía con no caer sobre la lona. Nadal celebró los puntos con rabia. Se apuntó el tercer parcial y no bajó el pistón, fiel a su estilo. Un ritmo que su rival ya no pudo seguir, condenado de antemano, víctima de un monstruo picado en su orgullo.
Su rival será Djokovic, que tras sus apuros sufridos en los octavos de final superó en tres sets a Berrettini, que llegaba descansado tras aprovecharse de la retirada de Roger Federer. El serbio quebró el saque del italiano en el cuarto juego para ponerse 3-1 y, tras consolidar su servicio, ganar la primera manga por 6-3. Dos breaks en el segundo parcial lo llevaron a un cómodo 6-2, pero el transalpino se impuso el tie-break y llevó el partido al cuarto set, en el que una rotura con 6-5 le permitió a Djokovic cerrar el choque.
La otra semifinal del torneo la disputarán el alemán Zverev frente al griego Tsitsipas