UN SELECCIONADOR CON ‘SU’ CRITERIO
■ Luis Enrique toma decisiones y ahora hay que ver si se plasman en resultados
CENTROCAMPISTA de raza con mucha llegada que firmó una carrera brillante como jugador. Siempre destacando por su carácter competitivo desde los primeros pasos en su querido Sporting de Gijón antes de ser protagonista en dos eternos rivales, Real Madrid y Barcelona. Campeón olímpico en Barcelona 92, como internacional disputó tres Mundiales y una Eurocopa. 62 partidos y 12 goles.
Como técnico se formó en el Barça B tomando el relevo de Pep Guardiola y devolviendo al equipo a Segunda. Un año en la Roma fue un máster en la elite antes de brillar en España con un sello propio. Primero en el Celta y posteriormente en el Barcelona, donde conquistó el segundo triplete de la historia del club azulgrana. Dio hasta 9 títulos de 13 posibles. Como seleccionador se hizo cargo de España tras el Mundial 2018 y una grave enfermedad de una hija le obligó a parar unos meses. Ha dirigido 18 encuentros, con dos goleadas inolvidables a Croacia y Alemania, ambas por 6-0. Su balance diez triunfos, cinco empates y tres derrotas.
La trayectoria de Luis Enrique en el carto tiene sus cimas, por tanto, con esa goleada que tanto ilusionó contra Alemania, como sus simas. Pero, sobre todo, hay una cosa que no admite la menor duda, se trata de un seleccionador que toma decisiones, que no se guía por lo políticamemente correcto a la hora de elegir a sus futbolistas y, por tanto, trazar el camino hacia el éxito, o hacia el fracaso, que eso el tiempo será el encargado de demostrarlo.
Y el más claro ejemplo ha estado a la hora de confeccionar la relación de 24 convocados para esta Eurocopa. El día de la lista todo el mundo se echaba las manos a la cabeza ante la ausencia del gran capitán, de un Sergio Ramos lastrado por las lesiones durante la temporada, pero que había estado en la última convocatoria previa y que ahí volvió a sufrir un problema físico que le impidió acabar con su club.
Sin embargo, Luis Enrique fue firme en la rueda de prensa, dio sus argumentos y dejó claro que se equivocaba, o acertaba, él a la hora de elegir a los futbolistas. Sergio Ramos no hizo sangre con sus declaraciones. Después surgió el positivo de Busquets y el carrusel de llamadas para futbolistas que sí pero no. Es Luis Enrique, sin más.