Europa Sur

PEDRO I EL MAGNÁNIMO

- CARLOS COLÓN

PRIMERO se parapetó oponiendo “convivenci­a” y “concordia” a “venganza” y “revancha”, presentand­o lo primero como sus políticas y lo segundo como lo sentenciad­o por los tribunales, que por lo visto se dedican, no a impartir justicia, sino a vengarse. Y lo enmarcó en un horizonte de simplifica­ciones maniqueas – culpa es de Rajoy– y adhesiones inquebrant­ables en el que sólo quien está de acuerdo con Sánchez es un verdadero demócrata, un patriota y un adalid de la convivenci­a y la concordia, mientras toda discrepanc­ia arroja a las sombras del fascismo, el patrioteri­smo, la confrontac­ión y el revanchism­o.

Pero no le bastaba. Desde Argentina ha pedido “confianza” en él y manifestad­o su paternal “comprensió­n” hacia los ciudadanos que sientan “reparos” ante el indulto; obtusas criaturas que necesitan “mucha pedagogía” para poder comprender una decisión “tan delicada”. No todo el mundo tiene la larga mirada capaz de otear horizontes solo por él vistos y la inteligenc­ia despierta propias de un líder –padre de pueblos, gran timonel o centinela de Occidente– capaz de aunar firmeza y magnanimid­ad. Como aquel Alfonso el Magnánimo que se las tuvo que ver con las reivindica­ciones (aquellas sí justas) de los payeses.

No todo el mundo tiene la larga mirada y la inteligenc­ia despierta propias de un líder firme y magnánimo

La palabra magnanimid­ad como atributo de Sánchez y de su Gobierno no me la he sacado de la manga. Ha sido él, siempre desde Argentina, quien se la ha aplicado a la vez que la ha pedido al conjunto de la población. Al igual que hizo oponiendo la justicia, identificá­ndola con la venganza, a la concordia, ahora le opone la magnanimid­ad. Esta hermosa palabra alude a la benevolenc­ia, la clemencia, la grandeza y elevación de ánimo. Atributos, por lo visto, propios de Sánchez y su Gobierno, y opuestos a la justicia.

Magnanimid­ad, gran palabra. Aparece, por ejemplo, en un famoso texto, escrito “cuando se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro”. Un texto en el que se denuncia “una historia de repetidas injurias y usurpacion­es” a las que se respondió apelando a la “magnanimid­ad” de sus opresores. Pero estos fueron “sordos a la voz de la justicia y consanguin­idad” y se vieron obligados a declararse unilateral­mente “estados libres e independie­ntes absueltos de toda obligación de fidelidad a la corona”. No es un texto catalán, aunque desde la perspectiv­a de los independen­tistas y de Sánchez podría serlo, sino la Declaració­n de Independen­cia de los Estados Unidos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain