Las odaliscas vuelven a la Alhambra
● Los Reyes inauguran la gran muestra, con obras de Delacroix, Ingres, Picasso, Matisse o Constant
Picasso, Matisse, Ingres, Delacroix, Chasseriau, Bernard, Gérôme, Constant y un tema común, las odaliscas. La Alhambra de Granada, con la presencia de los Reyes de España, inauguraron ayer su primera gran exposición tras el nefasto periodo de parálisis cultural y turística que ha provocado la pandemia. La muestra hace una radiografía de la imagen que en el siglo XIX y principios del XX representaba a la mujer oriental, un reflejo de la visión de la sociedad del momento repleta de prejuicios. La mirada está centrada en la figura de aquellas esclavas que formaban parte de los harenes, cuya vida se reducía a complacer los caprichos de los sultanes y sus esposas dentro de palacio, las odaliscas.
En la sala de exposiciones temporales del Palacio de Carlos V se podrá visitar desde el viernes 11 de junio hasta el 11 de septiembre la muestra Odaliscas. De Ingres a Picasso. Compuesta de 48 piezas, la exposición comisariada por la especialista María López Fernández explica cómo la odalisca representaba una imagen soñada y mitificada de la mujer oriental desde el punto de vista de los artistas europeos.
La muestra gratuita propone un viaje por la historia de la representación del mito moderno de la odalisca que permite reflexionar sobre la influencia de la obra de artistas que reinventan el concepto en diferentes épocas. La exposición se divide en tres salas. La primera recoge el proceso creativo que permitió a Ingres establecer los cánones estéticos que definirían a la odalisca y su orientalismo.
En sus bocetos podemos apreciar características estéticas que marcarían la historia como la postura en reposo con las piernas cruzadas o los estéticos desnudos heredados de la venus grecorromana. Un total de 18 dibujos de Ingres procedentes del Musèe Ingres-Bourdelle de Montauban y la icónica pintura Petit Harem del Musée parisino del Louvre.
Las obras de Ingres conviven en sala con las de Delacroix, que desde un prisma casi opuesto, desplaza el interés hacia la experimentación cromática. La visión de los artistas franceses inspiró las obras recogidas en la sala central, conformada por las creaciones de artistas que imaginaron y pintaron a las odaliscas en la propia Alhambra.
Las obras de Constante, Gérôme o Seel, recreaban estos escenarios repletos de tópicos y prejuicios misóginos en torno al harén. Con estas representaciones de las odaliscas, vestidas con ropajes extraordinarios y semidesnudas, la pintura orientalista llenó el comercio de piezas de exquisita factura durante el siglo XIX. Anexo al conjunto de obras pictóricas, se encuentran expuestos objetos que formaron parte de los harenes nazaríes del siglo XIII al XV, que pertenecen a la colección del Museo de la Alhambra.
La tercera estancia recoge obras que sometieron a una profunda relectura, pero también a continuos homenajes al modelo de representación de las odaliscas. Picasso, Matisse o Roault reinterpretaron la figura de la mujer oriental ofreciendo una visión moderna más alejada de la realidad.
Matisse reconoció a Delacroix como su más ilustre predecesor. La influencia resulta latente en sus odaliscas, por su retorno a la tradición más sensual, a los colores atemperados y a la teatralización de la decoración en el que se integran sus figuras. La visión orientalista del artista se vio influenciada por su visita a la Alhambra y se ve reflejada a través de una de sus obras más destacadas, Odalisca en una butaca negra, conservada en una prestigiosa colección particular americana.
Picasso, por su parte, no cesó de admirar y fagocitar las deformaciones del desnudo a lo largo de diferentes etapas. La exposición presenta una amplia representación de obras de Picasso que muestran de manera particular su visión de las odaliscas. Destacan Mujer acostada, proveniente del Centre Pompidou y
Mujer desnuda acostada ante la ventana, proporcionada por el Musée National Picasso.
En esta última sala también podemos apreciar algunos complementos que las odaliscas portaban en la época, como anillos y pulseras del periodo nazarí. La exposición se puede visitar todos los días, de 10:00 a
14:00 y de 16:00 a 20:00 y es, como se decía, de entrada gratuita y libre hasta agotar aforo.
La visita se acompaña de un catálogo científico que incluye ensayos de diferentes especialistas. Los sábados se pueden realizar visitas guiadas a las 10:00 y 11:00, siempre previa reserva.
Uno de los objetivos de esta muestra es conseguir que la Alhambra vuelva al mapa de los grandes destinos internacionales. La pandemia supone todo un reto, pero el atractivo de la obra puede atraer a los turistas. Así, la inauguración de la magna muestra estaba prevista para el año pasado, pero los responsables decidieron retrasarla a estas fechas debido a las restricciones sanitarias.
La Alhambra tan solo puede acoger un 65% de su aforo habitual, aunque la restauración de los espacios monumentales continúan se realizan con normalidad.
La mejora en la tasa de contagios de la provincia granadina y la implantación del pasaporte Covid europeo mejoran las previsiones de recepción de la muestra durante todo el periodo veraniego.