Europa Sur

Nadal y el acoso eterno de Djokovic

● El duelo 58 entre ambos pone en juego una plaza en la final para acercar al vencedor a su objetivo

- Luis Miguel Pascual (Efe)

El reinado de Rafael Nadal sobre tierra batida resiste a los ataques de muchos rivales, pero ninguno tan insistente como el de Novak Djokovic, su rival en semifinale­s de Roland Garros en el capítulo 58 del duelo más repetido de la historia del tenis.

Por el momento, el balear ha logrado mantener la plaza frente a los embistes del serbio, que un año más busca destronarl­e en su imperio, en el lugar de su máxima gloria, un bombazo en el mundo de la raqueta que lo colocaría en su quinta final sobre la arcilla francesa, donde solo ha levantado un título. El mallorquín tratará de mantener a salvo el castillo, preservar su dominio sempiterno, celebrado y odiado, brillante y monótono, en busca de su decimocuar­ta final, penúltimo escalón hacia su 21 Grand Slam que lo situaría, en solitario, en la cima del tenis masculino, desembaraz­ado del empate con el suizo Roger Federer.

La maquinaria parece lanzada y el español ha ido regulando todos los elementos para llegar en su momento de éxtasis a Roland Garros. “Venimos de menos a más. La progresión de Montecarlo aquí ha sido muy buena”, afirmó su entrenador, Carlos Moyá, apuntando al culmen de la preparació­n al tramo final del encuentro contra Diego Schwartzma­n de cuartos de final.

La moral está de su lado, porque no pierde ante el jugador balcánico sobre arcilla desde 2016. Además, acaba de derrotarlo en la final de Roma y ha dejado mejores sensacione­s en los cinco choques que cada uno ha disputado en París en este año.

Nadal se dejó un set ante Schwartzma­n, el primero que se le escapa en Roland Garros desde 2019, y salvo ese contratiem­po y un bajón que sufrió ante el italiano Jannik Sinner en octavos de final, su participac­ión ha sido perfecta.

“No nos preocupan demasiado esos momentos, sabemos de lo que es capaz. Si puede jugar todo el partido a un nivel alto mejor, pero atravesar dificultad­es en el camino no viene mal”, señaló su entrenador.

ANTECEDENT­ES

Pese a que los antecedent­es más recientes benefician al español, Nadal mantiene la cautela y repite su mantra favorito: “Para ganar a Djokovic tengo que dar mi mejor nivel”. “Esperamos que él mueva ficha. En los últimos años ve que lo que intenta no le ha funcionado en tierra batida”, asegura Moyá, consciente de que el de Belgrado tiene recursos para imponerse: “El que pueda implantar su esquema de juego va a tener más opciones de ganar”, aseguró.

Además de la victoria de Roma, sobre la moral del serbio pesará también el recuerdo de la final del año pasado, una “clase magistral de tenis sobre tierra batida” en el que la apisonador­a Nadal aplastó a Djokovic. “Ese nivel será difícil de superar; firmo igualarlo”, aseguró el ex preparador balear, que agregó: “Su nivel se lo vemos muchas veces en el entrenamie­nto, así que no fue una sorpresa para nosotros”.

Los números están a su favor. Nadal se ha impuesto a Djokovic en 19 de los 26 duelos sobre tierra batida y en siete de los ocho disputados en Roland Garros. Si gana hoy igualará a 29 triunfos con el serbio en todos los partidos entre ellos. “No es un partido como los demás, es especial, pero al final, para ganar, tienes que hacer lo mismo y ser mejor que el rival”, indicó Nadal.

Ni él ni nadie de su equipo quiere escuchar que se trata de la final anticipada, cultivando siempre una prudencia que se ha convertido en santo y seña de la escudería.

EL MAYOR RETO

Tampoco Djokovic abunda en ese discurso, aunque sí se permite asegurar que afrontar a Nadal en Roland Garros es “el mayor reto que se puede tener” en el tenis, un desafío que afronta confiado: “El nivel de juego desde hace tres o cuatro semanas en tierra batida, en Roma, Belgrado y aquí, me permiten tener sensacione­s positivas para este duelo”.

“Creo que puedo ganar, si no, no estaría aquí”, señaló el serbio, que no dudó en calificar de “histórica” la rivalidad que mantiene con el español.

Pese a que lleva el cartel de número 1 del mundo, Djokovic sabe que no inicia el choque como favorito. Su juego ha dejado alguna laguna en París, donde se dejó dos sets ante el joven italiano Lorenzo Musetti, un debutante en Grand Slam, y otro ante el también transalpin­o Matteo Berrettini.

Nada que asuste al serbio, que sabe que tiene calidad suficiente para doblegar a cualquiera y que tiene, entre ceja y ceja, sumar una segunda corona en París para convertirs­e en el primer hombre que gana al menos dos veces cada uno de los cuatro grandes.

Nadal busca su Grand Slam 21 para superar a Federer como el jugador con más grandes

 ?? IAN LANGSDON / EFE ?? Rafael Nadal celebra un punto durante su partido de cuartos de final de Roland Garros ante el argentino Diego Schwartzma­n.
IAN LANGSDON / EFE Rafael Nadal celebra un punto durante su partido de cuartos de final de Roland Garros ante el argentino Diego Schwartzma­n.

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