La depuesta líder Aung San Suu Kyi afronta su primer juicio en Birmania
La líder birmana depuesta, Aung San Suu Kyi, se sentó ayer en el banco de los acusados en el primero de los dos juicios que afronta tras ser detenida por los militares que tomaron el poder en un golpe de Estado el 1 de febrero.
El abogado de Suu Kyi, Khim Maung Zaw, indicó en un comunicado que la vista comenzó sobre las 10:30, hora local, en la capital y finalizó cinco horas y media más tarde y agregó que Suu Kyi “no parecía encontrarse muy bien”, aunque siguió la vista con atención.
También se encontraban en la sala del tribunal el presidente derrocado Win Myint y el ex alcalde de Naipyidó Myo Aung, también acusados en este juicio.
Suu Kyi, detenida desde el día del golpe, está acusada de cargos por vulnerar presuntamente las normas del Covid-19, incitación a la agitación pública, la importación ilegal de dispositivos electrónicos y violar la ley de telecomunicaciones. De ser hallada culpable, la política birmana, de 75 años, se enfrentaría a una pena de hasta 10 años de cárcel y sería inhabilitada de cara a las elecciones prometidas por la nueva junta militar, que aún no tienen una fecha fijada.
En la vista de ayer, la Fiscalía llamó a declarar a varios policías que testificaron contra la ex mandataria y el antiguo presidente y hoy se celebrará otra vista.
Está previsto que el juicio, que se celebra en una sala especial habilitada en las oficinas del Gobierno local de Naipyidó, termine en un plazo de 180 días.
Los abogados de Suu Kyi, que mantiene su inocencia, negaron todos los cargos contra su cliente.