Indultos: de un ex ministro a un ex presidente regional
● Barrionuevo y Hormaechea se beneficiaron de la medida de gracia
Aunque la mayoría de los indultos pasan desapercibidos, muchos han tenido nombre propio por la repercusión social de la medida y por el peso político del condenado, desde un ex ministro del Interior a un ex presidente autonómico.
Medidas de gracia concedidas a políticos condenados por diferentes causas, desde los GAL a corrupción que también despertaron polémica, aunque no la polvareda política que han levantado los indultos a los presos por el procés.
Fue el Ejecutivo de José María Aznar el que aprobó en 1998 los indultos para el ex ministro José Barrionuevo y el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, miembros del gobierno de Felipe González y condenados a diez años de cárcel por su implicación en la guerra sucia contra ETA, en concreto, por el secuestro de Segundo Marey por los GAL.
Barrionuevo fue el primer ex ministro de la democracia que entraba en prisión y años antes Juan Hormaechea había hecho también historia al convertirse en el primer presidente autonómico condenado por la justicia.
El ex presidente cántabro fue condenado en 1994 a seis años de cárcel y catorce de inhabilitación por prevaricación y malversación de fondos públicos, pero el último Gobierno de Felipe González le concedió un indulto parcial de la pena de prisión. Aquella condena acabó siendo anulada por el Constitucional, pero no fue la única a la que hizo frente Hormaechea a lo largo de su vida.
El indulto también ha beneficiado a alcaldes, como Jesús Gil. En 1994 el Gobierno concedió la medida de gracia al primer edil de Marbella tras una condena de dos meses de arresto y suspensión de cargo público por un delito de estafa.
Entre los indultos a políticos, está también el que se concedió en 2000 al ex diputado socialista Carlos Navarro, junto a Luis Oliveró y Alberto Flores, tres de los condenados por el caso Filesa, de financiación irregular del PSOE.
En 2012, el Consejo de Ministros sustituyó por sendas multas las penas de prisión impuestas al ex secretario general del Departamento de Trabajo de la Generalitat Josep Maria Servitje y a Víctor Manuel Lorenzo Acuña, empresario de UDC y ex cuñado del dirigente Josep Sánchez Llibre.
Habían sido condenados por desviar fondos del Departamento de Trabajo, en el conocido como caso Treball.
Desde entonces los indultos para condenados por casos de corrupción prácticamente han desaparecido.
Según los datos recopilados por la Fundación Civio, desde 1996 se han concedido 227 indultos a condenados por corrupción, la mayoría por delitos de prevaricación y malversación: 139 durante los gobiernos de José María Aznar; 62 con José Luis Rodríguez Zapatero; y 16 con Mariano Rajoy. El último fue aprobado en 2017.