Tormenta política en Portugal por la tibieza de Costa ante Hungría
La tibieza de Portugal ante la carta suscrita por varios países europeos contra a legislación húngara sobre el colectivo LGBTIQ ha desatado una tormenta política en el país y un rosario de críticas contra el Gobierno de Antonio Costa en la recta final de la Presidencia lusa de la UE.
“El Gobierno portugués condena la legislación húngara, punto. Esperamos que sea rápidamente revertida”, dijo ayer el ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva, en un intento por zanjar la polémica surgida por la decisión de Portugal de no firmar una carta suscrita por 15 países europeos contra una ley aprobada en Hungría que consideran discriminatoria para las personas LGBTIQ. La secretaria de Estado lusa de Asuntos Europeos, Ana Paula Zacarias, justificó el martes la decisión por el “deber de neutralidad” que Portugal mantiene como país presidente en turno de la UE. Un deber que, insistió ayer el ministro ante la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores, es “institucional” y no “ético-moral”
Portugal, como presidente en turno de la UE hasta final de junio, “no se suma a posiciones individuales” de los estados miembro del bloque, agregó.
Esta decisión ha levantado ampollas entre la izquierda y los colectivos LGBTIQ. “Hay una línea que separa la neutralidad de la complicidad y esa línea son los derechos humanos” y cuando se violan derechos, la neutralidad equivale a “complicidad con el opresor”, denunció la diputada Fabiola Cardoso, del Bloque de Izquierdas. “Es una triste manera de terminar la presidencia portuguesa de la UE”, agregó.