Goretzka salva a Alemania del abismo
Un gol del centrocampista del Bayern evitó la derrota de los teutones ante una Hungría que firmó un gran partido
magiares rozó la tragedia, pero encontró finalmente el acierto del centrocampista del Bayern Múnich para seguir con vida en el torneo continental.
Hungría, que también tenía sus opciones de clasificación, se adelantó en dos ocasiones ante los atónitos jugadores germanos, que acabaron sacando su orgullo para salvarse, aunque deberán mejorar notablemente en los octavos ante Inglaterra en el templo de Wembley.
No tardó en meter el miedo al cuadro germano bajo la lluvia. Un remate de cabeza del capitán, Szalai, abrió el marcador. El excanterano madridista se metió entre Hummels y Ginter y aprovechó un centro largo lanzado por Sallai.
Hungría había salido, obviamente, con un planteamiento conservador, con una defensa de cinco hombres y procurando doblar permanentemente a Kimmich y a Robin Gosens en las bandas y buscando ocasiones al contragolpe. Con el primer gol de Szalai, su planteamiento inicial cobró aún mayor sentido ante una Alemania que tenía muchas dificultades para llegar con claridad, aunque Hummels, con un cabezazo al larguero, y Ginter rozaron las tablas en las dos opciones más claras del bando de Löw.
Los nervios, sin duda, atenazaban a los germanos, conocedores de que durante algunos tramos el resultado entre Portugal y Francia tampoco les favorecía. Para su fortuna lograron equilibrar el marcador en una acción casi de casualidad. Gulacsi
salió mal a cortar una falta lanzada por Toni Kroos y el balón terminó en dirección a la portería tras tocar Havertz.
Alemania volvía a estar en octavos, pero su alegría duró exactamente 15 segundos, que fue lo que se demoró Schäfer en marcar el segundo gol húngaro en un minuto enloquecedor y sorprendente.
Le tocaba al equipo de Löw remar otra vez desde el principio. Alemania hizo dos cambios ofensivos, Jamal Musiala por Gosens y Volland por Ginter, lo que implicaba claramente un riesgo ante los contragolpes húngaros.
Pero al final la entrada de Musiala dio sus frutos. Una jugada suya por la izquierda puso el balón en el área y terminó con un remate raso de Goretzka, que había entrado por Gündogan en el 58, que significó la clasificación para Alemania y la eliminación de una heroica Hungría.
Triste mazazo para el conjunto húngaro, que peleó hasta el final por rozar lo que hubiera sido una proeza futbolística ante el rival de las selecciones a las que se ha medido en su grupo. Una muy grata imagen de una selección que demostró saber aprovechar al máximo sus recursos para plantar cara a una de las potencias europeas en un partido muy igualado en todo momento y en el que la fortuna le hizo un guió a Alemania, que tiene cosas que pulir en su juego de cara a los octavos de final.
Los húngaros volvieron a mostrar una pelea infinita y estuvieron muy cerca del milagro