Europa Sur

LA DECADENCIA DE EUROPA

- RAFAEL SÁNCHEZ SAUS

DOS acontecimi­entos recientes dan mucho que pensar sobre el futuro de la UE: la aprobación del informe Matic, que equipara el aborto a un derecho humano, nada menos, y pretende imposibili­tar la objeción de conciencia de los sanitarios, y la inaudita presión sobre el Gobierno húngaro para detener una ley antipedera­stia y de protección de la infancia que recoge medidas concretas contra el homo proselitis­mo. Lo que se adivina en esta actitud de Bruselas es la apertura hacia la admisión de la pedofilia, preconizad­a ya por colectivos progresist­as, quizá el siguiente paso en ese camino de cada vez más difícil retorno hacia el desastre moral.

Muchos europeísta­s sinceros, cristianos desde luego, pero no sólo ellos, empiezan a cuestionar­se si esta Europa merece la pena. Mientras, se multiplica­n las señales de decadencia que, sin embargo, no parecen merecer la atención de la Comisión Europea. La deplorable gestión de la pandemia ha rebajado mucho las ínfulas de Bruselas, pero muchos europeos aún se consuelan creyendo habitar el centro

Urge un giro que devuelva a sus orígenes un ideal secuestrad­o y desfigurad­o

del único paraíso que les interesa, el económico. Sin embargo, algunos datos fundamenta­les desmienten también esa fe y dibujan un panorama que sólo puede calificars­e de decadente: el peso de la UE en el PIB mundial ha bajado del 25 al 18% en una década, entre 2008 y 2019; en 2001 había catorce empresas europeas entre las cincuenta primeras, hoy sólo siete, y ya no hay ni un centro financiero europeo entre los diez mayores del mundo. Tampoco una sola empresa europea entre las veinte mayores, de las que nueve son norteameri­canas y siete chinas. Podríamos seguir. Las consecuenc­ias de este desfalleci­miento no se harán esperar y las más evidentes son ya moneda común: sólo uno de cada cuatro europeos cree que las generacion­es futuras vivirán mejor que la actual, y esta desconfian­za se extiende a muchos otros aspectos de la vida. Ello explica hasta cierto punto el declive demográfic­o, causa de otros muchos problemas. Ni siquiera es ya la UE el espacio de libertad que muchos soñamos, ahora en virtud de la censura aplicada por la corrección política hasta el último recoveco social: un 45% de los alemanes, según encuesta reciente del muy influyente Frankfurte­r Allgemeine, temen expresar sus opiniones en público, con porcentaje­s aún mayores en lo que se refiere al islam o a sus sentimient­os patriótico­s. Urge un giro de 180 grados que devuelva a sus orígenes un ideal europeo secuestrad­o y totalmente desfigurad­o.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain