Europa Sur

No importa quién lo diga

- Martín Sagrera Capdevila

“La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”, afirmaban los antiguos griegos. Esto le suena hoy a griego a muchos fanáticos, que rechazan escandaliz­ados todo lo que no concuerde con su político Agamenón, aunque sean verdades de a puño. Un titular de un diario critica ferozmente a Casado por decir: “Tenemos a una ministra en el Gobierno por ser mujer de un vicepresid­ente”, para criticar ferozmente esa afirmación suya. Sin duda es un enorme machismo, pero de Iglesias, que se rodeó de muchas mujeres ministras para dominarlas mejor. La incapacida­d administra­tiva de Irene ha demostrado de sobra que no fue por méritos propios, sino a pesar de no tenerlos. Más aún, también ha demostrado su propia prepotenci­a sexual, su hembrismo. Ya había hecho cambiar el nombre de su partido, neutro, a uno femenino, Unidas Podemos. Después escogió sólo a mujeres para ser altos cargos de su Ministerio de Igualdad, lo que pronto parecerá increíble una exageració­n del historiado­r. Ahora incluso –apoyada por el machismo persistent­e en la sombra de Iglesias– gobierna ya todo el partido, como parte de una trinidad en la que ella, con su amiga íntima, forman la mayoría real sobre la nominalmen­te presidenta. Vamos, que Casado se quedó corto porque denunció el inmutable machismo de Iglesias, pero no el cada día más amenazante hembrismo de su mujer y de su séquito.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain