EEUU entrega su principal instalación militar en Afganistán tras dos décadas de guerra
EEUU dejó ayer la base aérea de Bagram, su principal instalación militar en Afganistán, en manos de las fuerzas afganas, un paso crucial en la fase final de la retirada de las fuerzas internacionales, mientras crece la violencia en el país.
La fortificada base Bagram, símbolo del poder militar de EEUU en Afganistán desde el principio de la invasión militar en 2001, ha sido clave en la estrategia de Washington durante dos décadas de conflicto como centro de los ataques aéreos contra los talibanes.
“Todas las fuerzas de la coalición ya salieron de Bagram”, confirmó a Efe un alto oficial de las fuerzas de EEUU en Afganistán en condición de anonimato, en tanto que Washington no se ha pronunciado oficialmente sobre la retirada.
Un portavoz del Ministerio de Defensa afgano indicó a Efe que “las tropas de la coalición y estadounidenses partieron anoche de la Base Aérea de Bagram” dejando la base en manos de las Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional afganas (ANDSF).
La toma del mando de la base aérea, ubicada a unos 70 kilómetros al norte de Kabul, forma parte del proceso de trasferencia acordado con EEUU para la retirada total de las tropas internacionales del país asiático.
Si bien el proceso de evacuación de las tropas prevé completarse en septiembre, con un número indeterminado de soldados todavía en el país, la salida de los estadounidenses del aeródromo de Bagram marca un momento histórico para el fin de una era.
Según lo planeado, las fuerzas estadounidenses y de la OTAN entregarían a Afganistán todo el equipo e instalaciones militares “transferibles” antes de la evacuación de sus soldados del país, iniciada el pasado 1 de mayo.