La marea roja atracó en Rusia
● Medio millar de españoles se desplazaron a San Petersburgo, pese al Covid y la larga distancia, para animar a una selección que les dio una gran alegría
La marea roja atracó en la antigua capital de los zares superando muchas dificultades como los más de 4.000 kilómetros de distancia y la amenaza latente de la variante Delta del Covid-19. Eso sí, nadie se planteó en la previa del partido otro resultado que no fuese una victoria sobre los suizos. “Es la revancha de España en Rusia. Hace tres años en el Mundial yo estaba en el estadio sentado detrás de Akinféev y vi como paró el penalti con la bota del pie. Mejor no recordarlo”, comentó a Efe Javier, que lleva casi ocho años viviendo en este país. Medio millar de españoles se desplazaron a la segunda ciudad rusa para animar a la selección en el estadio Krestovski, que acogió a más de 26.000 espectadores, según la UEFA.
Los aficionados de España se paseaban en la previa al partido por la concurrida Avenida Nevski y los puestos callejeros que llevan por los canales a la incomporable Catedral de la Sangre Derramada, a cuya espalda se encontraba la Fan Zone .No fueron los únicos que llevaban camisetas y bufandas españolas. Había mexicanos, ecuatorianos, egipcios, marroquíes y, por supuesto, rusos.
Manu, un español, llevaba una camiseta con mucha historia. Es la de Miguel Arconada, el mejor portero de la Eurocopa 1984, pero cuyo fallo en la final ante Francia impidió que España lograra el título. “La encontré un día en un armario de mi casa. Le pregunté a mi padre qué hacía allí. Y le dije que si no se la ponía él, pues me la quedaba”, explica con un gorro típico ruso en su cabeza. “El otro día en Sevilla un hombre con mucha memoria me dijo que Arconada fue el que se zampó un gol en París”, dijo. “Sólo se recuerda ese error. Pero era una leyenda del fútbol español y pasó a la historia no sólo para eso, sino por muchas otras cosas”, argumentó.
Por otro lado, todos los españoles admitieron que no fue “fácil venir a Rusia”, ya que “el país está cerrado por la covid 19”. “Todo es complicado. Hay mucha distancia. Eso sí, las entradas no han sido caras. 70 euros es un precio asequible”, comentó un granadina. El zaragozano David es muy crítico con la UEFA. Él y sus amigos están “machacados” debido a las restricciones del coronavirus y los viajes con escalas, y noches enteras durmiendo en aeropuertos. “Hay que cuidar a la afición. Es como una guerra. En cada batalla, perdemos gente, ya que se vuelven a su casa. Es una vergüenza. Que se pongan en nuestro lugar. Los hay que tienen dinero y pueden ir en vuelo directo, pero la inmensa mayoría somos currantes y encima tienes que dar muchas vueltas”, denunció.
Según la UEFA, casi 600 aficionados suizos asistieron al encuentro en el estadio Krestovski. Un encuentro que acabó en subidón de la selección española con un protagonista clave en la tanda de penaltis: Unai Simón. Los españoles presente en el formidable estadio del Zenit no pudieron ocultar su emoción por cada lanzamiento parado por el cancerbero del Athletic Club, que tras aquel fallo ante Croacia ha demostrado por qué está con España disputando la Eurocopa.