El aprendizaje cooperativo ayuda a reducir el abandono escolar
● La Universidad de Córdoba desarrolla un proyecto de innovación educativa promovido por la UE
La mirada caleidoscópica que se obtiene a través de las unidades didácticas diseñadas por varios profesores, en vez de por uno solo, mejora el aprendizaje del alumnado y contribuye a reducir el abandono escolar y a desarrollar sus habilidades sociales.
Es lo que pone de manifiesto un proyecto europeo en el que participa la Universidad de Córdoba que trata del desarrollo del aprendizaje cooperativo, en el que se trabaja “en grupo con una serie de objetivos, tareas y finalidades y de una forma específica, no como el alumno quiere, sino como tú quieres que lo haga”.
Así lo explica María Elena Gómez Parra, profesora titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Córdoba, responsable en la institución académica española del proyecto internacional DICO+, liderado por la Agencia Nacional Francesa por encargo de la Unión Europea.
En el proyecto, que celebra en Córdoba la próxima semana un congreso, participan, además de España y Francia, entidades de Lituania, Rumanía, Hungría y Países Bajos, que han actuado sobre los niveles de Primaria y Secundaria y con alumnado de entre 8 y 14 años, cuyo en abandono escolar en Europa es “bastante alto, aunque no significativo”, según Gómez.
Para su desarrollo han colaborado 11 entidades europeas, entre instituciones de formación del profesorado, cuerpos de inspectores, escuelas con enfoques cooperativos y asociaciones europeas de profesorado.
Este tipo de enseñanza nace en Japón y trata de “organizar a una serie de alumnos que trabajan juntos pero de una forma estructurada”, pero no sólo, sino que cuentan también con la participación del “profesorado que diseña esa unidad de didáctica”.
El desarrollo de la unidad es colaborativa desde el punto de vista del alumnado y del profesorado, que está en el aula viendo cómo se efectúa la acción, que se graba para analizar más tarde el proceso, concreta la profesora cordobesa.
Para Gómez Parra, “el hecho de que el profesorado contribuya colaborativamente a diseñar esas unidades didácticas hace que estén más pulidas, mejor hechas, mejor estructuradas, más pensadas, y el alumno trabaja mucho más fácilmente y se divierte más y aprende más cuando lo hace a través de este tipo de aprendizaje”.
Esta enseñanza nace en Japón y se basa en el trabajo en común entre alumnos y docentes