Moreno pide prudencia para no tener que cerrar el ocio nocturno en agosto

● El Gobierno andaluz no aplicará más restricciones en la desescalada a no ser que se produzca un “rebrote descomunal”

Andalucía fue la primera comunidad autónoma en abrir el ocio nocturno tras decaer el estado de alarma, allá por el mes de mayo, y el Gobierno de la Junta, el mismo que decidió tal apertura, pretende que así siga siendo. A diferencia de otras comunidades autónomas, en las que procuran atajar el avance de los contagios mediante la vuelta a la imposición de restricciones en los pubs, discotecas y otras locales con licencia de música, la Junta opta por reclamar prudencia en aras de mantener ese sector hostelero.

Fue el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien se encargó de avisar ayer de que para evitar el “cierre del ocio nocturno” en agosto la consigna es la de ser prudentes ahora e hizo un llamamiento a la responsabilidad de los jóvenes, grupos en los que la incidencia está creciendo de modo acusado en las últimas semanas. En una declaraciones en la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, Moreno trasladó su preocupación por el creciente incremento de los contagios en los últimos días y añadió que los esfuerzos deben centrarse en controlar los focos en el ámbito juvenil.

A diferencia con las olas anteriores, recordó el presidente andaluz, en esta ocasión el aumento de los contagios no está teniendo una relación directa con la presión hospitalaria, puesto que los jóvenes suelen pasar por lo general la enfermedad de manera más leve o de forma asintomática. Un sector de los epidemiólogos, no obstante, prefieren ser prudentes y llegar a tales conclusiones cuando hayan transcurridos alrededor de las dos semanas posteriores al pico de los contagios, que es el retardo con el que el Covid-19 aparece entre la población contagiada.

Añadió Moreno que el aumento de los contagios es “preocupante” y, sobre todo, que se trata de algo de “difícil solución”, en tanto se trata de los más jóvenes, que en verano tienen tendencia a costumbres más licenciosas. El único mecanismo que habría para controlar las salidas y las reuniones de los jóvenes sería que hubiera un “toque de queda”, recordó Moreno, potestad en la que no tiene competencia la comunidad autónoma.

Moreno informó de que no hay planes de endurecer las medidas de la desescalada –un proceso congelado desde mayo–, un extremo que sólo variaría si hubiera un “rebrote descomunal”.