Las polémicas arrastran al vacío a Calvo y también a Ábalos

● Sánchez sacrifica al andaluz Campo semanas después de los indultos y con la renovación del Poder Judicial pendiente

Desde hacía semanas, a propósito de los indultos, se llevaba barruntando un cambio de equipo de Gobierno. Un sábado de asfixiante calor, un 10 de julio anodino, Pedro Sánchez decidió dar un volantazo al Ejecutivo con una crisis de gran calado y que se llevaron por delante a dos pesos pesados del Consejo de Ministros: Carmen Calvo, que sí entraba en todas las quinielas, y José Luis Calvo, que no estaba señalado y sin embargo no sólo deja su cartera sino también la fontanería del PSOE como secretario general. Son los dos únicos ministros salientes que pueden refugiarse en su escaño en el Congreso.

Asimismo, el sevillano Juan Carlos Campo ha sido sacrificado por Sánchez semanas después de la medida de gracia a los presos catalanes por el 1-0.

Calvo, mano derecha de Sánchez como vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, sale del Consejo de Ministros tres días antes de aprobar su ley estrella, en la que lleva trabajando más de un año: la ley de Memoria Democrática.

La socialista asumió la Vicepresidencia primera cuando el líder del PSOE llegó a La Moncloa en junio de 2018, tras triunfar la moción de censura contra Mariano Rajoy. Después, tras ganar las elecciones en 2019, el jefe del Ejecutivo la mantuvo como número dos.

Durante estos tres años en Moncloa, Calvo ha sido la principal encargada de coordinar el trabajo de todos los ministerios y diseñar el plan normativo y, con ello, la responsable también de lidiar en la mayoría de los casos con Podemos y sus presiones, y proteger a Sánchez de las polémicas. De hecho, deja el Gobierno tras perder hace dos semanas la gran disputa en la que llevaba inmersa desde hace medio año con la ministra de Igualdad, Irene Montero, por el contenido de la ley trans, que finalmente incluye la libre autodeterminación de género, en contra de sus deseos. Calvo y Montero también se enfrentaron en febrero de 2020, por la conocida como ley del sólo sí es sí.

Por otro lado, el ministro de Transportes sale marcado por dos escándalos políticos: el llamado Delcygate y el rescate de la aerolínea Plus Ultra, ambos relacionados con el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro, y sin cumplir sus objetivos de presentar una ley de movilidad y otra de vivienda. La destitución de uno de los ministros con mayor peso del Ejecutivo y una de las personas de confianza de Sánchez desde que le ayudara a recuperar el liderazgo del PSOE en las primarias, ha sido una de las grandes sorpresas de la remodelación.

Asimismo, Juan Carlos Campo (Osuna, 1961) abandona Justicia tras permanecer en él sólo un año y medio, y dejando pendientes la renovación del Poder Judicial –al no alcanzar el acuerdo con el PP–, la reforma del delito de sedición –uno de sus retos de legislatura– y tras materializarse la salida de prisión de lo líderes independentistas del procés por medio de los indultos. Éste es su hito más relevante, el de pilotar desde su departamento la desjudicialización del conf licto político con Cataluña, una de las tareas relevantes que le encomendó Sánchez al darle la cartera.