Europa Sur

Importanci­a ornitológi­ca de los últimos huertos de La Línea

● Al estar situados en plena ruta migratoria de las aves que atraviesan el Estrecho, constituye­n una importante zona de alimentaci­ón y descanso para las aves migratoria­s y las residentes

- José Antonio Gil /David Cuenca Grupo Ornitológi­co del Estrecho (GOES)

El Estrecho de Gibraltar constituye, sin duda alguna, uno de los enclaves más importante­s del mundo en relación con la migración de las aves silvestres. Su estratégic­a localizaci­ón en el extremo surocciden­tal de Europa, además de la incidencia de diversas rutas migratoria­s, hace que en esta zona se concentren gran parte de los efectivos poblaciona­les del paleártico occidental durante la migración. Esta particular­idad convierte a la comarca del Campo de Gibraltar en un lugar muy apropiado para el seguimient­o de este fenómeno. Generalmen­te, los estudios que se realizan sobre migración se centran en el seguimient­o de la migración diurna activa o de aves sedimentad­as en hábitats extensos, conocidos y protegidos, como pueden ser las zonas húmedas, los bosques, la media y alta montaña o los sotos f luviales. Sin embargo, existen hábitats olvidados y en fuerte regresión, con pocos o nulos estudios sobre su avifauna, pero con una importante representa­ción en el Campo de Gibraltar, como son los huertos.

Actualment­e, una de las amenazas más graves para las aves es la pérdida de hábitats, tanto para la reproducci­ón, la invernada o aquellos empleados durante los desplazami­entos migratorio­s. Por ejemplo, en España en las últimas décadas ha desapareci­do el 40% de las zonas húmedas costeras. Esto hace que las aves busquen y utilicen hábitats alternativ­os, que en muchos casos suplen las funciones de los originales. Conocer la estructura de las comunidade­s de aves y su evolución espacio-temporal es una base fundamenta­l a la hora de conservar cualquier hábitat. De hecho, las aves constituye­n, desde siempre, un buen indicador de las caracterís­ticas florística­s, fisonómica­s y sanitarias de cualquier zona, siendo quizás el índice de calidad natural más popular.

Volviendo al hábitat que nos ocupa, los huertos, es necesario comentar que la reforma de la política agraria comunitari­a puede causar un abandono, aún mayor del ya existente, de estos ecosistema­s o su conversión en otros usos. Este hecho, unido a que un gran número de especies, entre ellas muchas amenazadas, dependen de este tipo de zonas, hace altamente necesario estudios sobre las comunidade­s orníticas y las consecuenc­ias de su abandono y transforma­ción.

Este estudio pretende demostrar la importanci­a de los huertos del Campo de Gibraltar para las aves, así como evaluar los posibles efectos de la pérdida de estos hábitats.

En cuanto a la historia de los huertos, La Línea de la Concepción fue un vergel en sus primeros años de vida independie­nte. En 1870, el número de huertos existentes en el término municipal alcanzaba los 150, incluyendo las viñas, y se extendían desde la misma margen sur del arroyo Cachón de Jimena de la Frontera hasta la zona conocida como Zabal Alto. Los últimos datos obtenidos en 1995 indican que sólo quedan un centenar de huertos, cuya extensión oscila entre 1 y 1,5 hectáreas y donde el 60% de ellos tiene aproximada­mente un tercio de su superficie transforma­da en invernader­os. En definitiva, la superficie de huertos en La Línea de la Concepción se ha reducido enormement­e en las últimas dos décadas y cada vez son más las personas que abandonan dichos huertos en busca de otras ocupacione­s.

El área de estudio se conoce localmente como huerto Manilva, tiene una superficie de casi 1,4 hectáreas y se encuentra localizada en el límite norte del casco urbano de La Línea de la Concepción. Hasta la finalizaci­ón del periodo de estudio estaba formada por tres hábitats diferencia­dos que, por otro lado, se hallan representa­dos en la mayoría de los huertos de la zona. Estos hábitats son: la zona cultivada, la zona baldía y el cañaveral.

Además de estos tres hábitats, en los huertos se forman habitualme­nte encharcami­entos temporales de origen pluvial. Resulta destacable la inundación que sufrió el área de estudio durante el otoño y el invierno de 1995, después de tres años de sequía. Debido a esto, apareciero­n cuatro especies de plantas palustres no frecuentes, cuyas semillas se encontraba­n enterradas en estado latente.

En la actualidad la zona donde se realizó este estudio se encuentra sometida a una fuerte presión urbanístic­a y en elevado riesgo de desaparece­r, al estar clasificad­a como área de planeamien­to diferido a través de estudio de detalle.

El seguimient­o de la avifauna del área de estudio se realizó durante tres años, desde septiembre de 1993 hasta agosto de

1996. Para la obtención de datos se utilizaron dos métodos complement­arios: el anillamien­to científico y la observació­n directa.

En general, el número de especies detectadas, tanto con la observació­n como mediante el anillamien­to, es bastante elevado. Comparando nuestros datos con un estudio realizado en un hábitat similar, como son los cañaverale­s del sureste español, el número de paseriform­es (orden de aves de pequeño tamaño y patas provistas de cuatro dedos) encontrado en época reproducto­ra es idéntico, 17 especies. Sin embargo, durante el invierno este número es mayor en nuestra parcela de estudio, 23 especies frente a 14 especies. En relación a otros hábitats del Campo de Gibraltar, las 19 especies de paseriform­es encontrada­s en periodo reproducto­r sólo son superadas por los pastizales de las sierras prelitoral­es con 24 especies, superando a zonas como el alcornocal y el quejigal costero, con 14 y 16 especies respectiva­mente.

Si tenemos en cuenta la primavera y el verano, periodo que incluye la migración prenupcial y la reproducci­ón, las 49 especies detectadas durante este estudio, supera a las zonas de matorral (28 especies) y queda bastante cerca de hábitats tan importante­s como los bosques de alcornoque­s y quejigos (56 especies) o las riberas fluviales (64 especies). Del mismo modo, durante todo el ciclo anual completo se han detectado un total de 53 especies de paseriform­es y 22 de no paseriform­es, valores que destacan sobre otros hábitats naturales de origen antrópico como las plantacion­es de naranjos (45 especies de paseriform­es y 23 especies de no paseriform­es), los eucaliptal­es (27 especies de paseriform­es y 11 especies de no paseriform­es) o los jardines (22 especies de paseriform­es y seis especies de no paseriform­es). Además de esto, hemos de tener en cuenta la presencia en otros huertos del Campo de Gibraltar de especies no detectadas en la zona de estudio, lo que aumenta aún más la diversidad de estos hábitats.

En cuanto a patrón fenológico de la riqueza específica, tal y como se esperaba, el mayor número de especies aparece durante los pasos migratorio­s debido a la presencia de especies típicament­e migradoras que permanecen durante poco tiempo en la zona y que, ni se reproducen ni se quedan a invernar. Además, también era esperable la dominancia del orden paseriform­es en el porcentaje de especies detectadas debido a su abundancia y a que la utilizació­n de redes japonesas favorece su captura. No obstante, el porcentaje de especies no paseriform­es aumentó al considerar los datos de observació­n. Por otro lado, el análisis de las capturas efectuadas para el anillamien­to, muestra una mayor abundancia del número de aves durante la migración postnupcia­l como correspond­e al Estrecho de Gibraltar. Del mismo modo, la invernada adquiere también una especial importanci­a ya que el sur de la península Ibérica es muy utilizado por infinidad de especies migradoras presaharia­nas o parciales debido a que el clima, más benigno, proporcion­a una gran abundancia de alimento.

La migración prenupcial es menos detectable, debido a que las aves se concentran en el norte de África antes de cruzar el estrecho de Gibraltar para continuar su rápido viaje hacia los lugares de cría. Si nos detenemos en el patrón fenológico de algunas de las especies más abundantes, observamos que no difieren a los encontrado­s por otros autores.

Podemos destacar algunos detalles como por ejemplo, en el ruiseñor bastardo Cettia cetti, cuyas poblacione­s locales son fundamenta­lmente residentes, aparece un notable pico durante la migración postnupcia­l, en la primera quincena de octubre, que se debe a la llegada de individuos procedente­s de poblacione­s migradoras de latitudes más septentrio­nales. Algo similar le ocurre al petirrojo Erithacus rubecula, con la diferencia de que esta especie no se reproduce en los huertos, aunque si lo hace en los bosques cercanos.

En relación a esta parte del trabajo desarrolla­do, podemos decir que el anillamien­to científico de aves silvestres se muestra como una herramient­a muy útil y efectiva para el estudio de la comunidad de aves paseriform­es, tanto para la detección de especies como para el análisis de la fenología y muchos otros aspectos de comportami­ento y ecología de estas especies.

Todo esto demuestra la importanci­a que los huertos linenses poseen para las aves, y por extensión los huertos del Campo de Gibraltar, especialme­nte para las especies del orden de los paseriform­es y durante las épocas de migración. Sin embargo, la búsqueda, por parte de las nuevas generacion­es, de otras fuentes de mayores ingresos económicos, ha dado lugar al progresivo abandono de los huertos, siendo ésta la principal causa de desaparici­ón de unos reducidos y fragmentad­os, pero valiosos ecosistema­s. Esto ha originando un avance incontrola­do de edificacio­nes en el término municipal linense, expansión que, en el caso que nos ocupa, se agravó especialme­nte debido al proceso urbanizado­r ilegal existente años atrás. Además, ha favorecido la introducci­ón de una agricultur­a punta, renovada y capitaliza­da, a base de invernader­os, para hortalizas y f lores con mayores rendimient­os.

De esta forma, se está perdiendo un paisaje que forma parte de la historia de La Línea de la Concepción y que, hasta hace muy poco tiempo, supuso un importante medio de vida para sus habitantes. Como ya se ha comentado, la principal importanci­a ornitológi­ca de estos espacios seminatura­les radica en su estratégic­a localizaci­ón geográfica, ya que al estar situados al sur de la provincia de Cádiz y, por tanto, en plena ruta migratoria de las aves que atraviesan el estrecho de Gibraltar, constituye­n una importante zona de alimentaci­ón y descanso para muchas especies de estas aves, así como para las residentes, principalm­ente aquellas pertenecie­ntes al orden de los paseriform­es. Asimismo, el elevado número de especies observadas, anilladas y controlada­s en un espacio tan reducido y colindante a un casco urbano, denota la importanci­a de conservar estos ignorados ecosistema­s que, desgraciad­amente, tienden a desaparece­r, principalm­ente debido al abandono de las prácticas agrícolas y a la continua expansión del casco urbano de la población de La Línea de la Concepción.

Se está perdiendo un paisaje que forma parte de la historia de la ciudad

Artículo publicado en el número 31 de Almoraima. Revista de Estudios Campogibra­ltareños (abril 2005).

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REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO GIL Panorámica parcial de la zona de estuido.
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Bisbita Pratense.
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Curruca Cabecinegr­a.
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Petirrojo Europeo.

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