Una trayectoria técnica y artística con obras de señalado prestigio internacional
EL jurado que decidió esta novena edición se reunió por videoconferencia en pleno confinamiento el 11 de mayo del año pasado. Ese jurado estuvo presidido por José Luis Ballester, e integrado por Concha Yoldi, José Antonio Carrizosa, Francisco Rodríguez, José Aguilar e Ignacio Martínez, quien actuó como secretario. El acta considera al estudio de arquitectura de Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortiz García uno de los más destacados de Europa, desde su sede principal de Sevilla, su oficina de Ámsterdam o los estudios asociados de Madrid y Lugano. El jurado ha reconocido su sobresaliente trayectoria técnica y artística con obras de señalado prestigio internacional, principalmente en España, Holanda, Alemania y Suiza. Entre las más conocidas se incluyen proyectos como la estación de ferrocarril Santa Justa de Sevilla, el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, la restauración y ampliación del Rijksmuseum de Ámsterdam, el pabellón de España en la Exposición Universal de Hannover o el Campus universitario de Lugano. En los últimos 45 años han realizado decenas de proyectos para clientes públicos y privados. Seguir el trayecto de sus obras es hacer un mapa de Andalucía, de España y de Europa. Han hecho de todo. Estadios deportivos como el de La Cartuja de Sevilla o el Chapín de Atletismo en Jerez de la Frontera. Museos como el del Mar, en el rehabilitado Baluarte de La Candelaria de Cádiz, o el del Mundo Marino, en el Parque Nacional de Doñana. Estaciones; de ferrocarri,l en Basilea, o de autobuses, en Huelva. Centros universitarios como el edificio central del Campus de las Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada o la biblioteca de la Facultad de Humanida
des de la Universidad de Ámsterdam. Edificios administrativos como el del Centro de Investigaciones del Instituto de Energía y Transportes de Petten en Holanda, la nueva sede de la Diputación de Sevilla o varios de la Junta de Andalucía en Sevilla, Cádiz y Granada. Bloques de viviendas en Utrecht, Rotterdam, Sitttard-Geleen, Maastricht y Ámsterdam, en Holanda, o en Sevilla, Madrid, Sabadell, Tharsis y Sancti Petri. Hoteles en Sevilla, Córdoba, Barcelona o Ámsterdam... Hay, en fin, algunos edificios que están en la memoria inmediata de muchos sevillanos, como las viviendas de la calle Doña María Coronel de los años 70 o la biblioteca Infanta Elena de los 90, la más próxima de sus obras a este Casino de la Exposición del 29 donde nos encontramos. Cruz y Ortiz han sido profesores de proyectos en la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla y han impartido docencia en numerosas escuelas y universidades de todo el mundo; entre otras, en Harvard, Lausana, Ginebra, Navarra, Zurich, Delft en los Países Bajos o Columbia en Nueva York. Entre los importantes premios que han recibido están el Nacional de Arquitectura, la Medalla de Andalucía o la Medalla de Oro de la Arquitectura Española. Y han sido dos veces finalistas del premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea Mies van der Rohe. El jurado considera a Antonio Cruz y a Antonio Ortiz no sólo un ejemplo extraordinario de creatividad, rigor y excelencia en el diseño, sino que representan además a una magnífica y prolífica generación de arquitectos sevillanos, muchos de los cuales les acompañan aquí esta noche. Empezaron a trabajar cuando todavía eran estudiantes de arquitectura en el estudio de Rafael Moneo entre 1968 y 1971. Su antiguo maestro escribió en Diario de Sevilla un artículo en mayo del año pasado en el que hacía el elogio de los premiados, del que tomo prestadas unas palabras para terminar. Definía sus cualidades: “Poderosa visión estratégica de los proyectos, claridad en la disposición y en el uso de los espacios, sentido de la escala, frescura en el diseño, atención a las circunstancias y deseo de no estar de espaldas al espíritu de los tiempos”. Fin de la citación. Si unimos a estos méritos y virtudes su modestia, se comprende que Antonio Cruz y Antonio Ortiz sean un orgullo para esta ciudad.