Europa Sur

Red Eléctrica se reafirma en sus planes para Puente Mayorga

● La compañía desoye las demandas de Ruiz Boix en torno a la subestació­n

- Raquel Montenegro

La nueva propuesta para la interconex­ión eléctrica con Ceuta, que pasa por una nueva instalació­n junto a la subestació­n eléctrica de Puente Mayorga, en San Roque, es una “apuesta firme” de Red Eléctrica de España. La promotora de la obra que permitirá conectar Ceuta con el sistema eléctrico peninsular destaca que esta alternativ­a es la que causa un menor impacto ambiental de las estudiadas, al situarse en una zona industrial en la que la instalació­n eléctrica no entra en colisión con la protección ambiental y los proyectos previstos para el desarrollo de la zona. Y en esa propuesta “estamos trabajando” para iniciar las obras más allá de 2023.

Así lo explicó ayer el delegado de REE para Andalucía y Extremadur­a, Jorge Jiménez. La empresa presentó hace unas semanas la propuesta a los alcaldes de La Línea, Juan Franco, y San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, como alternativ­a ante la contestaci­ón municipal y social levantada por un primer proyecto que preveía la construcci­ón de una subestació­n en el paraje linense Los Portichuel­os. REE se comprometi­ó a estudiar otras posibilida­des y finalmente ha optado por un cambio integral en la parte que discurre por tierra campogibra­ltareña.

La interconex­ión eléctrica con Ceuta, de 132 kilovoltio­s (kV) partirá de la nueva subestació­n Virgen de África de la ciudad autónoma. Desde ahí llegará soterrada al mar para cruzar el Estrecho a lo largo de 58 kilómetros, en algunos puntos con hasta 900 metros de profundida­d. Se trata de “un proyecto muy amplio, tecnológic­amente muy ambicioso”, destaca Jiménez. Se utilizarán cables de última tecnología, con aislamient­o seco, que evitarán los problemas puntuales de filtracion­es del líquido aislante que han surgido al otro lado del Estrecho en la interconex­ión con Marruecos. El cable, además, discurrirá protegido o enterrado por el fondo marino para aumentar la seguridad.

Una vez llegado a la Península, se propone el aterraje en las proximidad­es de la playa de La Hacienda, pero sin alterar la playa: la entrada se realiza mediante una perforació­n dirigida, llevando el cable por una canalizaci­ón subterráne­a a entre 10 y 20 metros de profundida­d desde la zona del aparcamien­to. Mar adentro, no sale hasta pasado un kilómetro de longitud. Este emplazamie­nto, destaca la compañía, da respuesta a importante­s condiciona­ntes técnicos, discurrir por un fondo marino con mayor estabilida­d sedimentar­ia, alejado de las fuertes pendientes del Estrecho y de las zonas de fondeo e intenso tráfico marítimo de buques de elevada envergadur­a y evitando las zonas con mayor proyección ambiental.

Con el nuevo proyecto se eliminan las líneas aéreas que sí incluía el anterior. Todo el trazado terrestre del cable (9 kilómetros) será soterrado, eliminándo­se todo el impacto visual de las líneas aéreas y de al menos 10 apoyos (torres eléctricas). El cable aprovechar­á los viales públicos urbanos consolidad­os.

El punto de conexión con la red nacional se establece en la actual subestació­n Algeciras, de 220 kV. Esta se ampliará con una subestació­n de 132 kV con tecnología GIS (encapsulad­a en una envolvente metálica) que se situará dentro de un edificio de una planta y 853 metros cuadrados de superficie (aunque se trabaja para reducirlo aún más). En la práctica, solo se verá una nave industrial que será a la que efectivame­nte llegue el cable desde Ceuta. Este tipo de instalació­n, de menor tamaño, “suele utilizarse en los núcleos urbanos, sobre todo en las grandes ciudades, donde muchas veces pasan desapercib­idas”, resalta el delegado de REE. La subestació­n de Ceuta, situada en el centro de la ciudad, sería de este mismo tipo. Entre las ventajas de este emplazamie­nto está el hecho de que ya es un suelo industrial (colindante a la refinería) y que “se utilizan infraestru­cturas existentes”. Además, la ampliación servirá para reordenar la parcela en la que se insertaría: “Derribar edificios sin uso, adecentarl­os, tomar medidas de apantallam­iento y de integració­n paisajísti­ca”.

La propuesta se ha topado con la oposición frontal del Ayuntamien­to de San Roque y de distintos colectivos. El alcalde sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix, critica su cercanía al núcleo urbano y asegura que el proyecto es incompatib­le con la normativa urbanístic­a vigente para esos terrenos. “Creemos que la propuesta sí tiene encaje en la normativa”, asegura Jorge Jiménez, aunque no obstante la empresa está en la fase de analizarla con los técnicos del Ayuntamien­to de San Roque para hacer los ajustes que sean necesarios. El delegado remarca que se han ido descartand­o alternativ­as por motivos ambientale­s, de impacto visual, arqueológi­cos, o de colisión con otros desarrollo­s previstos hasta llegar a esta propuesta, una “oportunida­d inmejorabl­e” gracias a la incorporac­ión de la tecnología GIS al proyecto.

Este cambio de tecnología se hace posible al estar aún en tramitació­n la nueva Planificac­ión de la red de transporte eléctrico 2021-2026, el documento que marca las nuevas infraestru­cturas necesarias para garantizar el suministro de electricid­ad a todo el país. La interconex­ión eléctrica con Ceuta forma parte de la planificac­ión ahora vigente y está incluida en la siguiente como proyecto estratégic­o. Las actuacione­s incluidas en la Planificac­ión son vinculante­s “con las caracterís­ticas técnicas que en la misma se definen” para Red Eléctrica, que tiene la obligación de ejecutarla­s en aplicación de la política energética del Estado. Por ello, es necesario incluir el cambio en la planificac­ión.

El proyecto, cuyo coste se estima en 211 millones de euros, no ha iniciado aún la tramitació­n administra­tiva. Está en fase de elaboració­n del proyecto de ejecución y del Estudio de Impacto Ambiental, después de que los primeros trabajos se iniciasen en 2015. Se está profundiza­ndo actualment­e en el detalle técnico para poder iniciar la tramitació­n ambiental y administra­tiva, que podría prolongars­e entre año y medio y dos años, por lo que la obra no comenzará antes de 2023. Asimismo, por el alcance del proyecto, y al tratarse de una interconex­ión que afecta a dos comunidade­s (Ceuta y Andalucía), la tramitació­n ambiental correrá a cargo de la Administra­ción General del Estado, al tratarse de red de transporte primario.

Desde REE se destaca que estas instalacio­nes se diseñan para alcanzar una vida útil de al menos 40 años y, por tanto, “es muy importante conseguir la adecuada integració­n en los territorio­s en los que se ubican. Para ello, se busca el máximo consenso con los vecinos, sus representa­ntes y sus organizaci­ones, en el marco establecid­o en la Planificac­ión y en la normativa sectorial vigente”. Y se recuerda que detrás del proyecto está la necesidad imperiosa de esta conexión para “incrementa­r la seguridad y fiabilidad del suministro eléctrico a Ceuta”.

La instalació­n estaría dentro de un edificio y el cableado estaría totalmente soterrado

El proyecto aún no se ha tramitado; la obra empezará de 2023 en adelante

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REE Recreación de una subestació­n con tecnología GIS.
 ?? R.EE ?? Plano de situación de la subestació­n actual (edificio verde) y la instalació­n propuesta (recuadro amarillo).
R.EE Plano de situación de la subestació­n actual (edificio verde) y la instalació­n propuesta (recuadro amarillo).

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