El Rey arropa en La Isla a los 188 nuevos suboficiales de la Armada
● Los flamantes sargentos ponen el punto final a tres años de intensa formación militar para incorporarse a sus destinos ● La pandemia limita la asistencia de familiares al acto
Luciendo con orgullo las tres franjas doradas de sus nuevos galones de sargento en sus uniformes de gala y arropados por sus familiares más cercanos, un total de 188 damas y caballeros alumnos de la Escuela de Suboficiales de la Armada pusieron ayer en San Fernando el punto final a tres años de intensa formación con la tradicional ceremonia de entrega de despachos, que volvió a estar presidida por Su Majestad el Rey Felipe VI.
Los 158 alumnos del Cuerpo General de la Armada y los 30 de Infantería de Marina que integran la 82ª promoción de la Escuela de Suboficiales recibieron los reales despachos con los que próximamente se incorporarán a sus destinos con el empleo de sargento en un acto que inevitablemente, como ya ocurriera el año pasado, estuvo marcado por las restricciones de la pandemia: con mascarillas, aforo cerrado, reducida presencia de autoridades y asistencia de familiares limitada a dos por cada aspirante. Es decir, menos de 400 personas.
Junto al Rey, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Antonio Martorell Lacave, acompañó a los nuevos suboficiales en este acto que cada año, mediado el mes de julio, se lleva a cabo en estas históricas dependencias
Un total de 158 alumnos pertenecen al Cuerpo General y 30 a la Infantería de Marina
de la Armada y con el que se da por concluido el curso y finaliza su periodo de formación.
Durante la ceremonia castrense, en la que se aludió a los retos profesionales que los nuevos suboficiales tendrán que hacer frente en los distintos buques y unidades de la Armada a los que irán destinados, se recordó también a las víctimas del Covid-19 y a una efemérides que ha estado muy presente este año, el quinto centenario de la expedición de Magallanes-Elcano, que se evocó a modo de ejemplo para los flamantes sargentos que ahora se incorporan a sus destinos.
Entre las autoridades presentes estuvieron el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver; la presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, Irene García; y la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada.
Especial reconocimiento tuvieron, como suele ser habitual, los números 1 de la promoción, tanto del Cuerpo General de la Armada como de Infantería de Marina, Alberto González Blanco y Adrián Sánchez León, que de manos de la presidenta de Diputación recibieron los sables que se hacen entrega a los mejores alumnos de la Escuela de Suboficiales. Otra de las tradiciones que acompaña al día más señalado del año en la Escuela de Suboficiales de La Isla.
El acto de entrega de los reales despachos, que la Armada retransmitió en directo a través de las redes sociales para que familiares y allegados pudieran compartir desde sus casas este momento tan especial, fue especialmente emotivo para los presentes, que no reprimieron los aplausos y vivas al Rey durante la ceremonia.
La presencia de Su Majestad en La Isla suscitó incluso la curiosidad tanto de los profesionales que trabajan en el cercano hospital de San Carlos como de algunos de sus pacientes, que desde las ventanas y las proximidades de la Escuela de Suboficiales se asomaron para intentar ver al Rey.
Eso sí, a causa de las restricciones impuestas por la pandemia, el acto se vio obligado a prescindir de la clásica estampa que brindaba a su término, cuando los nuevos suboficiales posaban junto al monarca para hacerse la foto de familia.
La parada militar contó también con el tradicional homenaje a los caídos y culminó con un aplaudido desfile de los nuevos sargentos a los sones de la clásica marcha Ganando Barlovento, interpretada por la Unidad de Música del Tercio Sur de Infantería de Marina, que fue la encargada del acompañamiento musical.
Los alumnos pertenecientes a la 82ª promoción que ayer se despidieron de la Escuela de Suboficiales accedieron a este centro docente militar hace tres años, bien por promoción interna desde la escala de marinería tras superar un concurso-oposición o bien por acceso directo desde la calle.
En la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESUBO) cursaron su primer año académico, centrado en la formación en materias comunes. A su finalización, los caballeros y damas alumnos pasaron a las distintas escuelas de especialidades –Antonio de Escaño y la Estación Naval de la Graña, en Ferrol; y la Escuela de Infantería de Marina 'General Albacete y Fuster', en Cartagena– para cursar el segundo y tercer año académico.
El pasado 28 de junio regresaron a la Escuela de Suboficiales de La Isla para completar su formación. En las últimas semanas estuvieron llevando a cabo su instrucción y los preparativos necesarios para la celebración del acto de entrega de los reales despachos, tras el que fueron nombrados sargentos de la Armada.
De los 158 suboficiales correspondientes al Cuerpo General de la Armada que ayer recibieron sus despachos, 26 corresponden a la especialidad de administración, 7 a la de alojamiento y restauración, 15 a la de armas, 22 a comunicaciones, 47 a energía y propulsión, 16 a maniobra y navegación y 26 a sistemas. A ellos se suman los 30 nuevos sargentos correspondientes al cuerpo de Infantería de Marina.
A la conocida letra del himno de la Armada -que por supuesto los nuevos sargentos entonaron durante el acto de entrega de despachosaludió el comandante director de la Escuela de Suboficiales, el capitán de navío Jesús Ángel Paz Pena, para recordarles a sus alumnos en esta despedida su disciplina y preparación.