Cataluña y Cantabria piden el toque de queda entre la disparidad judicial
● Fernández Mañueco vuelve a reclamar al Gobierno que emita “una legislación unitaria y uniforme” para combatir la pandemia
La disparidad de las decisiones de los tribunales superiores de justicia hace que la respuesta a la quinta ola de la pandemia difiera entre autonomías. Mientras en la Comunidad Valenciana se ha autorizado el toque de queda, en Canarias se ha denegado, y Cantabria y Cataluña esperan recibir luz verde.
En julio de 2021, en plena quinta ola de contagios que afecta mayoritariamente a los más jóvenes, dado el alcance de la vacunación entre los grupos de más edad, son las comunidades las encargadas de adoptar las medidas para frenar el avance de la pandemia, unas restricciones que deben ser avaladas o rechazadas en función del criterio de cada Tribunal Superior de Justicia.
La incidencia acumulada se encuentra cerca de los 500 casos por cada 100.000 habitantes (469,5) y superan esa cifra Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Navarra y Cataluña (esta última, con una incidencia superior a los 1.000 casos).
La Comunidad Valenciana cuenta con el visto bueno de la Justicia para el toque de queda entre las 01:00 y las 06:00 en 32 municipios, así como la limitación de las reuniones a 10 personas. Sin embargo, en Canarias el Tribunal Superior de Justicia ha denegado el permiso para establecer un toque de queda en las islas con mayor grado de incidencia.
Estima este tribunal que “no se ha acreditado” que la situación actual de la pandemia “represente un peligro tan grave o inminente” que no se pueda afrontar “con medios ordinarios menos restrictivos” y sostiene que supondría decretar “un verdadero confinamiento por razón de horario” y que imponer tal restricción “para impedir botellones en espacios públicos” no es “proporcionado”.
En este contexto, Cantabria espera que la Justicia avale su decisión de limitar la movilidad entre las 01:00 y las 06:00 en 53 municipios y de limitar a seis el número de personas que se podrán reunir en domicilios o espacios privados en ese mismo horario.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, destacó que es necesario “frenar la avalancha de jóvenes que están llegando todos los días a los consultorios y a los hospitales con el virus” y defendió que estas restricciones están sólidamente argumentadas con criterios sanitarios.
Y en Cataluña, después de que la Justicia haya avalado la limitación de las reuniones a 10 personas, el cierre de espacios públicos entre las 00:30 y las 06:00 y la prohibición de comer y beber en espacios públicos, la Generalitat va a solicitar la aplicación del toque de queda de 01:00 a 06:00 en 158 municipios, entre ellos Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, espera poder aplicar este próximo fin de semana la medida, que calificó de “difícil, pero imprescindible”.
Por contra, los servicios jurídicos de la Junta de Castilla y León han desaconsejado solicitar un toque de queda para hacer frente a la escalada de contagios, por lo que su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, incidió en que la respuesta de la Junta sigue pasando por cribados masivos, “entre los jóvenes especialmente”, e incrementar el ritmo de vacunación.
Sin embargo, dada la disparidad de criterios judiciales, reincidió en su petición de que el Gobierno de España emita “una legislación unitaria, uniforme” para combatir la pandemia y que luego, en base a ella, sean las comunidades las que la ejecuten en función de su propia situación.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha denegado la limitación horaria de la movilidad