¿Quién encenderá el pebetero?
La organización trata de evitar las filtraciones, lo que aviva las teorías antes de la inauguración
Cuando restan horas para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sigue en el aire una pregunta: ¿quién encenderá el pebetero? El misterio no se resolverá hasta el último momento, pero hay especulaciones.
Pese a que los organizadores han pedido que no haya filtraciones, se baraja que el encargado de alumbrar el pebetero pueda ser alguien vinculado al desastre natural de 2011 en el noreste del país, una mujer deportista para disipar el descontento sobre la paridad, o una iniciativa tecnológica para ilustrar el potencial nipón.
LOS JUEGOS DEL MILAGRO JAPONÉS
Cuando Tokio acogió sus primeros Juegos Olímpicos, los de 1964, un joven Yoshinori Sakai, de 19 años, protagonizó el emotivo momento del encendido del pebetero con la llama olímpica tras el relevo.
Sakai recorrió los metros finales del recorrido cargando no sólo con la antorcha en su mano, sino con ser un baluarte de esperanza, paz y simbolizar la milagrosa recuperación de Japón de la miseria tan sólo dos décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Natural de Hiroshima, Sakai fue escogido entonces, entre otros factores, por su nacimiento: el 6 de agosto de 1945, el día en el que la bomba atómica fue arrojada sobre la ciudad del oeste nipón. El alumbrado del pebetero fue un acto icónico que marcaría una nueva etapa de la historia japonesa y de la imagen del país.
LOS JUEGOS DE LA RECONSTRUCCIÓN
Los medios especulan con la posibilidad de que suceda algo similar en esta ocasión y que, como entonces el encendido del pebetero se convierta en un símbolo de otra recuperación, en este caso la del desastre natural y nuclear de marzo de 2011.
Los Juegos de Tokio se promocionaban hasta hace no tanto como “los Juegos de la reconstrucción” y por ello se especula con la posibilidad de que la persona escogida para encender el pebetero olímpico pueda ser un superviviente o alguno de los desplazados por el tsunami o la crisis nuclear de Fukushima.
No en vano, cuando el relevo de la antorcha comenzó a finales del pasado marzo, el mes de la tragedia, partió del complejo JVillage, usado como centro de operaciones para gestionar la crisis atómica.
DESPLIEGUE TECNOLÓGICO
La única declaración de intenciones clara sobre el encendido del pebetero fue la que hizo Cartivator, un grupo formado por destacados ingenieros del país asiático, allá por 2017, cuando mostraron su deseo de que su vehículo volador SkyDrive fuera el encargado de encender el pebetero.
La empresa recibió una importante inversión de uno de los principales patrocinadores de la competición, el fabricante de vehículos Toyota, cuya postura hacia los Juegos se ha enfriado paulatinamente tras el costoso aplazamiento, el veto a los espectadores y la expectación ambigua entre los japoneses.