Tan bueno como el mejor
EL Enyaq iV es el nuevo SUV eléctrico de Skoda que tiene casi el tamaño de un Kodiaq: 4,65 m. Está a la venta con tres niveles de potencia: el de las versiones denominadas 60, con 179 CV por 29.900 euros, descuentos oficiales y subvenciones a la compra incluidas; los 204 CV de las 80, que cuestan 35.900 euros -su dotación de serie, semejante a la de los 60- y las 80x, que tienen tracción total -el resto son de propulsión- con un motor por eje y suman así 265 CV, con un precio que arranca desde los 38.600 euros.
Sólo los Enyaq 80 y 80x pueden combinarse con el nivel Sportline, por 4.000 euros más, que está dotado de serie con piezas de color negro sustituyen a los cromados, las llantas son de 20”, la dirección tiene un ajuste deportivo, las ventanillas cuentan con un laminado acústico y el crystal face, un conjunto de 131 leds en la parrila.
El 60 tiene una batería de 58 kWh útiles y, con ella, una autonomía de 411 km; los 80 llevan la de 77 kWh y tienen alcances entre 488 y 534 km.
La diferencia de prestación entre los 60 y 80 puede ser imperceptible, lo que permite elegir el de más económico en casos en los que su autonomía nos sea suficiente.
Y es que el Enyaq iV es un SUV eléctrico perfecto para viajes de largo recorrido por su pisada de calidad, ya sea por la puesta a punto de su chasis -dirección precisa, suspensión, que con amortiguación regulable, funciona muy bien, etc-; su silencio sin ruidos aerodinámicos, de rodadura... También por las aportaciones de sus sistemas de ayudas a la conducción de última generación, por su amplitud interior o el tratamiento de calidad y calidez que transmite a a su ocupantes con el diseño y definición de su habitáculo. Incluso por su facilidad para recargar su batería rápidamente.
De serie todas las versiones tienen la pantalla central de 13”, por la que pasan los controles de la carga, elementos de confort, asistentes, navegación, telefóno... Su complejidad no da pie a una familiarización rápida con ella y eso, junto a la dureza del pedal del freno -también requiere adaptación- y la pequeña instrumentación tras el volante -auxiliado por un formidable HUD opcionalson sus puntos débiles.