“El PP quiere volver a la cultura del pelotazo”
● El líder izquierdista confía en las posibilidades de un vuelco que devuelva el poder a la izquierda y no se descarta como candidato de Unidas Podemos
–Llegó al cargo a mitad del mandato de Antonio Maíllo, pero ahora tiene un proyecto propio.
–Hay una voluntad de constituir a Unidas Podemos por Andalucía en la fuerza de referencia a la izquierda del PSOE para el pueblo trabajador andaluz, las mayorías sociales y, especialmente, para sectores comprometidos del movimiento LGTB, el movimiento feminista y el ecologista. Yo tengo la vocación de triangular lo que nos ha caracterizado siempre: la lucha institucional, la lucha en la calle y la capacidad organizativa de IU.
–Cuando fundaron Adelante, se explicó como una versión distinta y mejor que UP estatal. ¿Unidas Podemos por Andalucía es una forma de resignarse?
–En los momentos iniciales de la confluencia a nivel estatal echamos en falta que por abajo se fuera tejiendo lo que se impulsó desde las direcciones de Alberto Garzón y Pablo Iglesias. También era necesario un impulso democratizador del espacio, que los afiliados de IU, Podemos y los independientes encontraran espacios con una mínima regulación que garantizaran la democracia interna y la horizontalidad. Esa fue la vocación de Adelante, pero se frustró cuando una de las partes no quiso avanzar en esa línea. La voluntad inicial de que la confluencia no fuera sólo electoral y por arriba y se va resolviendo en UP por Andalucía.
–Podemos nace casi como una enmienda a IU y ahora vuelven a reunirse. ¿Cómo llevan eso las bases de su formación?
–Hay algo que siempre nos une a todos, independientemente de en qué trinchera estemos. Al final nos encontramos en las luchas concretas, como la de los trabajadores de Airbus o contra las casas de apuestas. La militancia es mucho más sabia y se da cuenta de que es en la lucha donde se hace la confluencia y la hacen de forma natural.
–¿Y en esa alianza preocupa la debilidad de Podemos?
–Tanto IU como Podemos tienen muchas fortalezas que sumar. IU tiene arraigo territorial y experiencia institucional y Podemos es una fuerza que fue capaz de sintonizar con una nueva narrativa política que sigue seduciendo a capas sociales donde IU tenía más dificultad. Tenemos fortalezas que sumar y las debilidades se van a mitigar en un espacio conjunto.
–El otro día llamó a la unidad de toda la izquierda. ¿Por qué la gente que estuvo en Podemos o IU y ahora está en Anticapitalistas o Más País va a votarles a ustedes?
–La izquierda a la que tenemos que convocar es compleja y es diversa. Tenemos que priorizar las soluciones en las que nos encontramos en los problemas de la gente. Si nos encontramos ahí, habrá conf luencia natural. Hay una actitud reactiva legítima y soberana en aquella escisión de Podemos y Adelante que es Anticapitalistas. Tienen una necesidad de marcar un perímetro propio bajo unas bases nacionalistas que identificamos con las CUP y que los alejan de una pretensión de confluencia. Incluso están alejados del perfil tradicional andalucista. Difícilmente podrán ser parte de esas mayorías y esas conf luencias de izquierdas amplias. Y, por cierto, tienen un arraigo territorial ínfimo. No hay un encuentro tan corriente con esa militancia.
–¿Con Más País es distinto?
–Es un espacio político recién llegado a Andalucía, pero se manejan en unas coordenadas políticas socialdemócratas con más puntos de conexión con UP por Andalucía.
–¿La llegada de Yolanda Díaz puede facilitar el reagrupamiento de las fuerzas de izquierda?
–Tiene un carisma y un discurso donde caben el 99,9% de la izquierda a la izquierda del PSOE. Y esa capacidad de seducción está sustentada en una alianza fuerte de IU y Podemos. UP es la columna vertebral y hay una formidable candidata a las generales. Desde ahí, hay que pensar en grande.
–¿Hay un perfil parecido al de Yolanda Díaz en Andalucía?
–Tenemos que ser muy inteligentes y afrontar ese debate en el momento oportuno, cuando los partidos hagan su oferta electoral. Ahora tenemos que centrar el debate en los problemas de la gente. No obstante, en UP hay muchas ganas, tenemos hombres y mujeres con reconocimiento social e integridad política. Vamos a tener una excepcional oferta electoral.
–¿Usted querría ser el candidato?
–Yo voy a estar disponible para que el espacio político me ponga donde me quiera poner. Es mi cultura militante. Para cualquier compañero sería un honor, pero yo no puedo ni debo adelantarme.
–¿Qué valoración le merece el Gobierno andaluz de PP y Cs?
–Es decepcionante. Su constitución hacía presagiar políticas neoliberales y orientadas a mantener los privilegios de unas minorías. Los beneficios fiscales a las grandes fortunas y la manga ancha a las casas de apuestas eran esperables. De forma ingenua pensé, cuando empezó la pandemia, que el PP podría ref lexionar, como han hecho otras derechas europeas, y cuestionarse el debilitamiento, la precarización y privatización de servicios públicos. La pandemia es una evidencia clamorosa de que hay que reforzar los servicios públicos para garantizar el bienestar de la ciudadanía. Los discursos de Moreno Bonilla son retórica de confrontación con el Gobierno central, pero sin iniciativa ante los problemas estructurales de nuestra tierra. Y la gestión es bastante poco transparente, con visos de corrupción en casos como las contrataciones exprés. Es gravísimo. Hay sentencias que dicen que se ha tomado un procedimiento igual que el de los ERE para contratar.
–No parece que la población lo detecte de la misma forma.
–La gente no se está dando cuenta. La falta de transparencia no está en el debate público. Con gobiernos anteriores sí, en cualquier bar que entrases. Pero la situación sanitaria sí es una preocupación de la gente y aparece las encuestas. Al PSOE le pasó factura y al PP le puede pasar porque no ha rectificado en la precarización del sistema sanitario público. Uno va por Andalucía y ve a vecinos recoger firmas para que devuelvan al pediatra al centro de salud. Y la preocupación fundamental sigue siendo la precariedad del empleo y el PP no ha dado ninguna respuesta.
–El mensaje es que Andalucía es una autopista para la inversión.
–Estamos acostumbrados a que el mensaje del PP construya una realidad ficticia. Hay cerca de medio millón de niños y adolescentes en situación de pobreza y hemos rozado casi un millón de parados.
–¿Hay mucha diferencia en la oposición que se le hace a un Gobierno de PP y Cs y la que se le hace a un Gobierno del PSOE?
–Al PSOE le criticábamos que cambiase normativas para permitir las externalizaciones en el ámbito sanitario y educativo. Eso, más agravado, sigue siendo elemento de confrontación con el PP. Los gobiernos anteriores, y por supuesto éste, han incurrido en dejación de funciones ante un modelo económico que daba síntomas de agotamiento. No se ha cogido el toro por los cuernos. Eso pasa por una reindustrialización verde, las líneas ferroviarias y el sector agroganadero. El PP quiere volver a la cultura del pelotazo y lo fía todo a inversiones de fondos de extranjeros que especulan y luego dejan un erial.
–Necesitan un buen resultado de Unidas Podemos, pero también del PSOE para llegar a gobernar.
–El escenario está totalmente abierto. La posibilidad del adelanto está despistando la atención e impide ver cómo por abajo si puede haber una voluntad de cambio del pueblo andaluz. A lo mejor las urnas dan una sorpresa a quienes creen que está todo decidido.
–¿Se entiende con el PSOE-A que se abstuvo con la ley del suelo?
–UP ya se entiende con el PSOE en multitud de ayuntamientos, diputaciones y en el Gobierno de la Nación. Hay elementos de encuentro y de clara distancia, que suelen tener que ver con la capacidad de llegar hasta el final en la defensa de la mayoría social. Ahí UP marca la diferencia y no se quiebra. ¿Significa eso que no hay posibilidad de entendimiento con el PSOE? No.
Anticapitalistas difícilmente podrá ser parte de una confluencia de izquierda amplia”
Yolanda Díaz tiene un carisma y un discurso donde cabe el 99,9% de la izquierda a la izquierda del PSOE”
–IU siempre criticó situaciones como la del precio de la electricidad y ahora no pueden hacer nada desde el Gobierno para atajarlo.
–UP tiene una propuesta que lo solucionaría y que ya se pone en marcha en la UE. En Francia hay una empresa pública de energía y no se especula con ella. El PSOE es timorato frente al poder de las eléctricas, las empresas están pagando una luz que les hace encarecer sus costes de producción y a las familias les está empeorando su calidad de vida. Por eso tenemos que ser capaces de hacer que se hable de una empresa pública energética.