Oposiciones a profesorado
La convocatoria de oposiciones a profesorado de Secundaria en Andalucía ha provocado un aluvión de críticas por las irregularidades cometidas en ellas, denunciadas por la mayoría, pero silenciadas por unos pocos mandatarios. Las oposiciones a profesorado de la especialidad de Griego tampoco han estado exentas de estas irregularidades. El tribunal único de valoración de las pruebas ha tenido su sede única para Andalucía en un instituto de El Puerto, ciudad conocida por su dilatada tradición taurina. Y es que las oposiciones son como una corrida de toros. Por parte de la Consejería se anunció una oferta de 29 plazas de profesores de Griego, de las que, acabada la lidia de los exámenes, sólo se han cubierto 15. El proceso selectivo acabó con la primera prueba, ya que los 15 que aprobaron son los que han obtenido plaza. De las 14 plazas restantes, nada se sabe, a lo mejor es que el tribunal valorador deseaba acabar el procedimiento selectivo cuanto antes para no tener que evaluar por lo menos a 29 aspirantes durante varias semanas.
La publicación de los miembros de un tribunal es como el cartel de una corrida: no se sabe quién triunfará. La presidenta, designada a dedo por la propia Administración, será siempre recordada por haber obtenido plaza en Sevilla en el año 2010, como un triunfo de Curro Romero en la Maestranza. El resto de componentes del tribunal debía ser elegido por sorteo, lo cual resulta poco creíble. En cuanto a la faena que debían ejecutar los aspirantes, la convocatoria publicaba que el ejercicio práctico consistiría en la traducción de un total de cuatro textos: dos con diccionario y otros dos sin él, a elegir por el opositor, pero, llegados al ruedo, la presidenta indultó a los aspirantes haciéndoles traducir sólo dos textos con numerosas erratas, con el impedimento de que únicamente podrían usar el diccionario en la última hora y media de la prueba, como en un concurso de televisión, a ver quién busca más palabras en menos tiempo, una faena que nada tiene que ver con la enseñanza del griego en el aula.
No quisiera, con este artículo, perjudicar a los seleccionados en las oposiciones de griego, más bien al contrario, habría que felicitarlos por haber cortado las dos orejas y el rabo, como una de esas tardes triunfales de Galloso en El Puerto, ya que algunos también han obtenido plaza en otras comunidades autónomas, pero me gustaría concluir con una frase conocida por muchos aficionados: Quien no ha participado en las oposiciones de Griego en El Puerto, no sabe lo que es una escabechina en las oposiciones.