Las inversiones de Macron para continuar en El Elíseo
● El presidente apuesta por un ambicioso plan económico similar al de Biden para revalidar su cargo en menos de un año
A menos de un año de las presidenciales en las que buscará seguir cinco años más en El Elíseo, el Jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, apuesta por un ambicioso plan de inversión industrial como carta de presentación para lograr ese objetivo. Sin grandes reformas que aprobar y tras 18 meses marcados por la pandemia, en los que la acción gubernamental ha estado centrada en su combate, Macron prepara este verano una ofensiva que situará a la economía en la vanguardia de sus prioridades.
Como analiza el politólogo Jerome Fourquet en Le Monde ,la economía le permitirá “aprovechar al máximo su ventaja de presidente saliente” frente a sus adversarios. En otras palabras, Macron tiene la sartén del presupuesto por el mango.
El presidente francés ya ha comenzado a perfilar los contornos de su plan, que ha bautizado como “la Francia de 2030” y que se inspira en la colosal inversión pública lanzada en EEUU por Joe Biden.
Más modesto, el proyecto francés tendrá entre 20.000 y 30.000 millones y buscará devolver al país el brillo industrial que ha perdido en los últimos años. Eso constituye, según Fourquet, otro elemento electoral a su favor, ya que los estudios muestran que los franceses han tomado consciencia de las carencias industriales del país durante la pandemia.
Los ciudadanos han visto a su país expuesto a la competencia internacional en muchos sectores y el Gobierno quiere ahora recuperar soberanía y reducir la dependencia externa.
El fin es ampliar la base industrial del país, donde el 85% depende en la actualidad de cuatro ramas, la aeronáutica, el lujo, la agroalimentaria y la sanitaria, indicó el ministro de Economía, Bruno Le Maire, a Le Monde.
Entre los sectores que podrían recibir la lluvia de inversión pública figuran los semiconductores, cuya carencia ha paralizado la industria automovilística, la biotecnología, las baterías, el hidrógeno, el nuclear y la descarbonización industrial.
Le Maire asegura que se trata de levantar cadenas de valor en Europa, algo que, según él, no sucede desde la creación de Airbus a final de los 60. A diferencia de aquella época, donde el Estado pilotaba la creación de esos conglomerados industriales, matiza que ahora no imitarán al general De Gaulle y dejarán que sea el sector privado quien controle el proceso. Francia pretende no quedarse atrás en la carrera de las nuevas industrias del futuro, frente a otros países, como EEUU o Alemania.