Una agridulce mejora
● Álvaro Martín y Diego García rozan las medallas hasta el kilómetro final
Dos años después de su completo fracaso en los 20 km de los Mundiales de Doha, la marcha española recuperó su orgullo con el cuarto puesto olímpico del extremeño Álvaro Martín y el sexto del madrileño Diego García Carrera, campeón y subcampeón de Europa, respectivamente.
Los dos dieron siempre la cara en el grupo delantero y sólo en el penúltimo kilómetro les faltaron fuerzas para dar respuesta al ataque del italiano Massimo Stano, que tambié doblegó a los dos japoneses, Koki Ikeda y Toshikazu Yamanishi, para devolver el título a Italia 17 años después de la victoria de Ivano Brugnetti en Atenas por delante de Paquillo Fernández. Stano venció con una marca de 1:21.05, seguido de Ikeda (1:21.14), Yamanishi (1:21.28) y del campeón de Europa, Álvaro Martín (1:21.46), que encabezó la gran actuación española junto al subcampeón continental, Diego García Carrera, sexto con 1:21.57. El murciano Miguel Ángel López, que fue campeón del mundo en Pekín 2015, terminó en el puesto 31 con un tiempo de 1:27.12.
La prueba masculina de 20 km inauguraba la sede de Sapporo, escenario algo menos caluroso pero tan húmedo o más que Tokio, para la caminata y el maratón. En el momento de la partida el termómetro marcaba 31 grados y la humedad era del 63% en el parque Odori, escenario del circuito de un kilómetro.
En el kilómetro 12, Wang fue alcanzado por el ocho perseguidor, formado por dos japoneses, dos españoles, dos chinos, Stano y el ruso Vasiliy Mizinov, subcampeón mundial en Doha 2019, que poco después fue penalizado con dos minutos en boxes.
A partir del 13, Yamanishi se retiró de la cabeza, dejando la responsabilidad a Stano, Martín –titular europeo– y García Carrera. La escuela española, con el campeón y el subcampeón de Europa al frente, necesitaba borrar la mala imagen que dejó hace dos años en los Mundiales de Doha. “Hay que levantar cabeza, en Tokio
hay que liarla”, fue el comentario de Álvaro tras el fracaso de Doha, donde terminó en el puesto 22.
El marchador extremeño igualó el puesto conseguido por José Marín en Seúl 88, en una prueba que ha dado a España una medalla de oro (Daniel Plaza en Barcelona 92) y una de plata (Paquillo Fernández en Atenas 2004). En el Mundial de Doha, Miguel Ángel López fue vigésimo sexto y Diego García Carrera llegó en el puesto 35.
Al término de la prueba, Álvaro Martín, cuatro clasificado, habló de una “medalla de chocolate muy amargo” para definir su puesto, porque no sólo pensó durante la prueba en subir al podio, sino en que podía haber dos medallas para España: “Una medalla de chocolate muy amarga, no tanto por mí, sino por el equipo español entero. La idea era sacar una medalla y hubo momentos en que, por qué no, incluso dos”.
Para el extremeño, los últimos kilómetros fueron decisivos. “Ha habido un ataque muy agresivo. En un pestañeo se nos han ido los dos japoneses y el italiano. Yo he intentado luchar todo lo posible, no solo por ser cuarto, sino por rascar segundo a segundo para que no se me fuese mucho el segundo japonés”, explicó el marchador español.
“Al final, cuarto. Chapó por los tres primeros, sobre todo Stano (Massimo, vencedor), que ha estado espectacular. Nos quedamos con la rabia porque la marcha española, por su grandioso pasado y el grandísimo presente que tenemos, sabemos que dos diplomas está muy bien, pero soñábamos con una medalla e incluso con dos”, apuntó.
Por su parte, el madrileño Diego García Carrera, dijo estar triste por el resultado de la prueba: “Ha sido una carrera durísima, en unas condiciones muy duras que habíamos preparado a conciencia, pero más preparados que los japoneses no hay nadie. Es como si se hubieran hecho los Juegos en Madrid”, explicó el atleta español.