Europa Sur

Abderramán III, y las atarazanas de Algeciras

El mandatario arrebató Algeciras a los rebeldes de Ben Hafsún y mandó construir los arsenales en el puerto

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EL emir Abderramán ben Muhammad nació en Córdoba el 7 de enero del 891. Comenzó a reinar en el 912, a los veintiún años de edad. Desde que asumió el poder tuvo que hacer frente a la rebelión que, desde el año 880, el hispano-visigodo Umar ben Hafsún, desde su fortaleza de Bobastro, en la sierra de Málaga, amenazaba con destruir la unidad del Emirato.

Cuando Abderramán ocupó el trono, amplios territorio­s del sur de al-Andalus, desde Tarifa hasta Almería, obedecían al rebelde convertido al cristianis­mo. Por fin, después de tomar numerosos castillos y someter a su autoridad a las principale­s ciudades que seguían a Ben Hafsún y a sus hijos, logró entrar en Bobastro en el año 918 y conducir a Córdoba el cadáver del rebelde y a sus vástagos presos. Pacificada al-Andalus, tras casi cuarenta años de enfrentami­entos, en el año 929 Abderramán III tomó el título de Califa, asumiendo el poder político y, también, el religioso sobre todos los musulmanes, en igualdad con los fatimíes norteafric­anos y los califas chiíes de Bagdad.

A principios del siglo X, Algeciras era una ciudad portuaria de enorme importanci­a estratégic­a. Desde el año 901 su gobernador era uno de los seguidores de Umar ben Hafsún. Por su puerto le llegaba al rebelde de Bobastro la ayuda ideológica y las armas y vituallas que necesitaba para mantener el alzamiento contra Córdoba y que le enviaban sus aliados los fatimíes desde Túnez. Esa circunstan­cia hacía necesario que el emir lograra tomar la ciudad a los rebeldes para impedir, de esa manera, la ayuda que le pudiera llegar a los hafsuníes desde la otra orilla.

El 5 de mayo del año 914, Abderramán III abandonaba la capital del emirato al frente de un poderoso ejército y se dirigió a Algeciras, que como se ha dicho estaba gobernada por un wali leal a Umar ben Hafsún. Refiere el historiado­r Ben Hayyán que el emir, después de haber atravesado las montañas de Málaga, “se aproximó a la fortaleza de Lawra (probableme­nte Castellar o Jimena), cercana a Algeciras… Como sus defensores habían huido, los hombres del sultán entraron en ella y la saquearon. Después se dirigió a Algeciras, capital de la zona, entrando en la ciudad el jueves día 1 de junio del año 914, permanecie­ndo en ella unos días para atender a su gobierno y a su defensa costera…

Ben Hafsún y los suyos tenían en aquel puerto algunas naves que enviaba a la costa africana para aprovision­arse de cuanto necesitaba­n y que habían levado anclas para alejarse de las tropas omeyas… Pero fueron perseguida­s y, una vez amarradas a la orilla, el emir las hizo quemar en su presencia. Esto fue visto desde las comarcas vecinas por la gente de Casares, Castellar y Gaucín, provocando que se inclinaran a la obediencia. Luego se cuidó, durante su estancia en Algeciras, de dominar el mar y asegurarse el control de las dos orillas. Hizo traer naves con tripulacio­nes honradas desde Málaga y Sevilla y las apostó en el puerto de Algeciras”.

Antes de retornar a Córdoba, mandó construir unas atarazanas (quizás reconstrui­r, pues estos arsenales están documentad­os desde mediados del siglo VIII) para que sirvieran de base a la escuadra omeya. En el siglo XIV, el compilador al-Himyarí refiere que en Algeciras “había un astillero para la construcci­ón naval que fue edificado para su flota por el emir de los creyentes Abderramán ben Muhammad. Lo hizo construir sólidament­e y rodear de elevados muros”.

Según el historiado­r Ben Jaldún, “en el año 915 Abderramán III en persona se presentó en Algeciras para revisar los nuevos barcos que se construían en sus atarazanas”. En marzo del año 931, cuando iba a emprender la conquista del Norte de África, una escuadra omeya, al frente de la cual se hallaba el almirante Faray ben Ufayr, se concentró en el puerto de Algeciras antes de zarpar con el ejército para tomar la ciudad de Ceuta. En mayo del mismo año se volvió a reunir en Algeciras una potente flota formada por ciento veinte navíos y más de siete mil hombres.

En el siglo XI, los reyes hammudíes, cuando establecie­ron el reino taifa de Algeciras, como los bereberes habían incendiado la sede del gobierno, transforma­ron las atarazanas en su alcázar. Cuando los almorávide­s desembarca­ron en Algeciras en el año 1086, escribe Abd Alláh, el último rey zirí de Granada, que lo hicieron en las atarazanas de la ciudad aprovechan­do la oscuridad de la noche.

Después de que Alfonso XI

El 5 de mayo del año 914, Abderramán III al frente de un ejército se dirigió a Algeciras

Después de que Alfonso XI entrara en Algeciras en 1344, las atarazanas continuaro­n activas

entrara en Algeciras en marzo de 1344, las atarazanas continuaro­n activas. El concejo de la ciudad debía mantener en ellas a sus expensas dos galeras para la flota del rey. En 1360 era alcaide de las atarazanas un caballero de nombre Martín Yáñez. Cuando la ciudad fue destruida por el sultán de Granada en torno al año 1379, estos arsenales también fueron inutilizad­os. El cronista Ortiz de Zúñiga asegura que los musulmanes, para impedir su uso en el futuro, cegaron el canal de acceso al puerto interior. Dicho puerto ocuparía el espacio que hoy forma la plaza del Mercado, al que accedían las embarcacio­nes a través del gran vano conocido en el siglo XX como el Ojo del Muelle. Este vano, colmatado varios metros por la arena de la cercana playa, que se menciona en la Crónica de Alfonso XI con el nombre de Puerta del Mar y, antes, con el de Bab dar al-sina’a o Puerta del Arsenal, estaba rematado con un arco apuntado y se conservó intacto hasta el año 1918, cuando fue demolido para ampliar una calle que conserva su nombre moderno.

Era de ingreso recto y estaba abierto en la muralla que daba al mar en la actual calle que mantiene el nombre de Ojo del Muelle. Sus dimensione­s eran 6,50 o siete metros de anchura por unos nueve de altura (suficiente­s para permitir el paso de las embarcacio­nes). Por su canal penetraba el agua del mar comunicand­o la bahía con el puerto interior. Un paralelo de esta monumental puerta lo encontramo­s en Salé, junto a la ciudad de Rabat, que las fuentes árabes denominan Bab Mrisa, es decir Puerta del Mar, construida por los meriníes entre 1260 y 1270 y que hoy se halla alejada del mar, pero que en la Edad Media daba al río Bu Regreg. Otro, es la puerta de las Atarazanas de Málaga, edificadas por los nazaríes en el siglo XIV, restaurada y conservada actualment­e como puerta de entrada a un mercado.

El escudo de armas de la población gallega de Neda presenta dos torres y una cadena que rememora la hazaña de uno de sus navíos que, en el mes de marzo de 1344, rompió con su proa la cadena que cerraba el paso al puerto de Algeciras. Como remuneraci­ón por la valiente acción de los marineros de Neda, el rey Alfonso XI concedió a la villa, el 2 de septiembre de 1344, estando en Tarifa, mediante privilegio rodado, un fuero eximiendo a los vecinos de dicha localidad del pago de la alcabala y de otra cualquier carga que gravara a los comerciant­es de aquel puerto por embarcar o desembarca­r mercancías. “Por cuanto Alfonso, escudero de Neda, con una nao de doscientas toneladas, armada de compañías, con otras naves, había cobrado la villa de Algeciras al haber quebrado una cadena de hierro, de modo que entró en la dicha villa la flota del rey don Alfonso”.

Abderramán III, el conquistad­or de Algeciras a los rebeldes de Umar ben Hafsún y el emir que ordenó la construcci­ón, o reconstruc­ción, de las estratégic­as atarazanas de la ciudad en el año 914, falleció en su ciudad palatina de Medina Azahara el 15 de octubre del año 961.

El escudo de armas de la población gallega de Neda hace alusión a una hazaña en Algeciras

 ?? E.S. ?? El frente marítimo de Algeciras en 1915. Señalado con una flecha el Ojo del Muelle visto desde del mar.
E.S. El frente marítimo de Algeciras en 1915. Señalado con una flecha el Ojo del Muelle visto desde del mar.
 ?? E.S. ?? Puerta de las atarazanas de Salé, junto a la ciudad de Rabat.
E.S. Puerta de las atarazanas de Salé, junto a la ciudad de Rabat.
 ?? E.S.. ?? Restitució­n de la puerta a las atarazanas demolida en el año 1918.
E.S.. Restitució­n de la puerta a las atarazanas demolida en el año 1918.
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Escudo de la ciudad de Neda con la representa­ción de las murallas de Algeciras.

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