Algeciras rediseña su centro urbano para abrirlo al peatón
El Ayuntamiento prevé semipeatonalizar el entorno del parque María Cristina
El Ayuntamiento de Algeciras prevé seguir avanzando en su proyecto de peatonalización del centro de la ciudad, potenciando el uso de las calles para el paseo. Y dentro de ese plan, cuyo actuación más reciente es la peatonalización de Capitán Ontañón, se está estudiando crear un eje peatonal que conecte el parque con las calles Convento y Ancha, una semipeatonalización que dé continuidad al nuevo bulevar.
Se trata de una propuesta “a largo plazo, porque conllevaría muchos cambios, pero ya estamos trabajando para ver las posibilidades”, explica el teniente de alcalde delegado de Tráfico, Jacinto Muñoz. Ganar esa zona para el peatón supondría dejar solo el paso de los servicios públicos indispensables y para ello habría que reordenar la circulación por las vías adyacentes. Pero es posible y sería la culminación de un proyecto en el que poco a poco el centro va convirtiéndose en espacio para el peatón, como ocurre en buena parte de las ciudades del país de la mano de políticas de movilidad sostenible.
Mucho más cercana está la obra que convertirá efectivamente la mayor parte de Capitán Ontañón en un bulevar. Peatonalizada desde el año pasado, se está redactando un proyecto para convertir la calle en una plataforma única, toda al mismo nivel, en la que se repartirían los distintos usos que pueda tener. Buena parte de ella ya la ocupan veladores de bares, muy frecuentados. Por ahora, se han trasladado los contenedores de reciclaje y para el próximo año se espera poder contar con el nuevo espacio junto al parque.
Otra gran transformación llegará cuando se ejecute otro plan que la pandemia de Covid dejó a la espera: el cierre de la calle Trafalgar al tráfico en general, dejando solo el paso de los residentes y la carga y descarga hacia la calle Convento y su entorno (Coronel Ceballos, Baluarte, Alférez Villalta Medina) La señalización está ya instalada, pero falta un paso clave para el control del acceso a esa zona del centro: las cámaras de vigilancia. “El centro de control de tráfico depende del proyecto del barrio de La Caridad”, explica Antonio Rivas, técnico de la Delegación de Tráfico, “cuando esté ya instalado podremos poner a funcionar las cámaras de esta zona”. El proyecto de La Caridad, actualmente en proceso de licitación, prevé instalar una treintena de cámaras entre la Plaza Alta y el paseo del Río de la Miel, que estarán conectadas vía fibra con ese centro de control al que también se conectarían las de otras zonas.
El barrio de La Caridad y San Isidro están siendo avanzadilla en el proceso de semipeatonalización gracias a la llegada de fondos europeos. En el primer caso se han ejecutado diversas obras que han habilitado plataformas únicas de circulación y eliminado zonas de estacionamiento, limitando de forma natural el tránsito de vehículos en busca de aparcamiento, que disponen de la bolsa del Llano Amarillo.
En San Isidro ha habido un proceso paralelo, con la reforma de las calles del barrio en la que se han ido eliminando aparcamientos ante la falta de espacio suficiente según la normativa actual y la habilitación de plataformas al mismo nivel para vehículos y peatones, además de peatonalizar el lateral de la plazoleta. También se instaló a final de 2019 la señalización que limita el paso de vehículos a residentes, transporte público, servicios y emergencias, además de carga y descarga.
Entonces el proceso de semipeatonalización estaba en fase de pruebas; la irrupción de la pandemia ha retrasado también el proceso de aplicación de las nuevas medidas, que serán plenamente efectivas cuando termine el nuevo ciclo de obras comprometidas con una nueva subvención del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) del Ministerio de Transición Ecológica. Para San Isidro se reservan 661.216 euros de los 4,5 millones concedidos que servirán para mejorar el firme de las calles José Román, Buen Aire (entre José Román y Teniente Miranda), Alférez García del Valle, Ruiz Tagle (entre Gloria y Ruiz Zorrilla), Gloria (entre Ruiz Tagle y Montereros) y Teniente Miranda (entre General Castaños y Montereros).
En esa extensa mancha semipeatonal que abarcaría así prácticamente todo el centro quedaría el eje viario de la calle Sevilla, zona de restauración en expansión. Un eje necesario para dar acceso a los garajes existentes pero que también puede cortarse durante franjas horarias entre Blas Infante y San Antonio, como empezó a ensayarse durante la desescalada el pasado mes de mayo.
Dentro del Plan de Movilidad se prevé también una reducción de los límites de velocidad en el anillo del centro, una zona a 30 kilómetros por hora en el entorno del Paseo Marítimo, zona Baja, Secano, Plaza de las Constituciones y de nuevo Virgen del Carmen. A ella se suman los nuevos límites impuestos para los núcleos urbanos por la Dirección General de Tráfico para todas las ciudades en vigor desde el pasado mayo.
El cierre de la calle Trafalgar al tráfico en general, pendiente de las cámaras de control