Metales sin el fulgor del oro
● La fortuna fue esquiva al equipo español, que falló en sus cuatro finales ● El medallero se amplía a un total de 17 metales gracias a dos platas y un bronce nuevos
Tras una prórroga, Brasil se impuso a España por 2-1 en la final olímpica de fútbol, un resultado que devuelve al podio al balompié español por primera vez desde la plata de Sidney 2000 pero que no satisface sus deseos de repetir el oro de Barcelona 92. Un gol de Cunha adelantó a Brasil en la primera mitad y otro de Oyarzabal niveló el partido en la segunda. En el tiempo extra fue Malcom quien, en el minuto 108, batió al meta Unai Simón y dio al trastre con la esperanza hispana.
Brasil logró su segundo oro consecutivo –hasta Río 2016 era el único título que faltaba en su historial– y España obtuvo otra plata como las de Sidney 2000 y Amberes 1920.
La delegación española cerró la jornada con 17 medallas, las mismas que ganó hace cinco años en Río, porque la de fútbol no fue ni mucho menos la única de la penúltima jornada de los Juegos, excelente en las disciplinas de equipo.
La selección femenina de waterpolo perdió de forma clara la final ante Estados Unidos, por 514, pero repitió su mejor resultado en unos Juegos, la plata que ya ganó en Londres 2012. “Volver el podio tiene mucho mérito”, sentenció el seleccionador Miki Oca. “Sólo puedo felicitar a Estados Unidos. Hizo un partido increíble”, añadió la jugadora Anna Espar tras caer ante las norteamericanas, que llevan tres títulos consecutivos.
En la lucha por el bronce masculino en balonmano, un gol a siete segundos del final de Raúl Entrerríos, que ponía punto final a su carrera deportiva, permitió a la selección española derrotar por 33-31 a Egipto. La medalla culmina el ciclo de una de las mejores generaciones del balonmano español. Aunque no es el oro con el que todos los integrantes del equipo español soñaban antes de los Juegos, las muestras de emoción con las que celebraron el triunfo demostraron la importancia que tenía para este equipo el metal, con independencia del color.
El programa de piragüismo se cerró para España con la plata en el Canal Sea Forest del K4 500. Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade hicieron una semifinal espléndida, pero en la final se vieron superados por el cuarteto alemán, que metió la proa en meta 226 milésimas antes. Este resultado convierte a Craviotto en leyenda del deporte español gracias a sus cinco medallas, las mismas que el también piragüista David Cal.
La jornada comenzó a las seis de la mañana en Sapporo con la salida del maratón femenino, que resultó ser el más lento de la historia y que ganó la keniana Peres Jepchirchir tras correr por el Parque Odori durante 2:27.20. Elena Loyo, vigésima novena con 2:34.38, fue la mejor española, ocho puestos por delante de Marta Galimany, mientras que Laura Méndez se retiró junto a otras 13 atletas.
También en atletismo, ya por la noche en el Estadio Nacional de Tokio, Adel Mechaal ascendió al cuarto puesto del ránking español de todos los tiempos en 1.500 con un tiempo de 3.30,77 que le dio la quinta plaza en la final olímpica. Ignacio Fontes no pudo aguantar el ritmo y terminó decimotercero y último de una carrera ganada por el noruego Jakob Ingebrigtsen (3.28,32, récord olímpico).
Terminó ayer también el torneo femenino de golf con la victoria de la estadounidense Nelly Korda. La navarra Carlota Ciganda, que se despidió con un buen 69 (dos bajo par), acabó en el vigésimo noveno puesto con cuatro abajo en el total, mientras que la malagueña Azahara Muñoz lo hizo en el quincuagésimo con seis sobre par tras ganar al campo en el cierre del torneo (70, uno abajo).
Sextos fueron en la prueba de madison, que volvía al programa olímpico tras 13 años, Albert Torres y Sebatián Mora; séptimo terminó el equipo de natación artística; y en pentatlón moderno el único español participante, Aleix Heredia, acabó en el puesto 23.
El número de preseas es el mismo que en los anteriores Juegos de Río, en 2016
Mechaal vio cerca los puestos de privilegio al acabar en quinta plaza en la prueba de 1.500