Europa Sur

“El ciudadano no sabe quién tiene sus datos ni para qué”

● Asumió en febrero el ente encargado de velar por el acceso de la ciudadanía a informació­n pública y la salvaguard­a de la informació­n personal

- Carlos Rocha

Letrado de la Junta desde 1995 y jefe del gabinete jurídico desde 2012 a 2021, Jesús Jiménez asegura que la transparen­cia siempre ha estado en su “órbita de responsabi­lidad”. Desde febrero, esta responsabi­lidad es aún mayor, ya que preside el Consejo de la Transparen­cia y la Protección de Datos de Andalucía desde febrero. El ente andaluz, que nació en 2014, es el único de España –junto con el estatal– que conjuga ambas competenci­as, algo básico, según Jiménez, pues muchas veces el límite al derecho a la transparen­cia está precisamen­te en la protección de los datos personales.

–¿Cómo ha sido su aterrizaje en el Consejo de Transparen­cia?

–La doctrina de Manuel Medina es muy sólida y el personal está completame­nte comprometi­do, pero la ciudadanía necesita conocerlo y utilizarlo más.

–Después de muchos años en la Administra­ción, ahora le pide que sea transparen­te. ¿Es un cambio de bando?

–No tengo esa sensación. La percepción que tengo ahora desde el Consejo es más benévola con la Administra­ción. Aprecio realmente una voluntad de cumplimien­to de las normas de transparen­cia. Esta voluntad supera obstáculos, como el desconocim­iento que hay en partes de la misma Administra­ción y, sobre todo, la falta de medios. La Junta, los grandes ayuntamien­tos y las universida­des tienen recursos personales y materiales para atender la transparen­cia. Pero hay municipios pequeños donde el que atiende a la transparen­cia es quien presta el servicio al ciudadano.

–¿Le ocurre lo mismo al Consejo con los medios?

–Somos 50 personas. La dotación debe ir acorde con la misión y ahora mismo hay un incremento de reclamacio­nes ante el consejo que requiere una mayor dotación. Trabajamos siempre desde la perspectiv­a de la austeridad y exprimiend­o los medios al máximo. Pero no todo puede basarse en el compromiso extra horario del personal. Hemos tenido 600 asuntos, de media, al año hasta 2020. En el primer semestre de 2021 ya hemos superado esa media.

–¿Por qué ocurre esto?

–Cada vez más personas saben que existe el Consejo y que tienen la posibilida­d de acudir.

–Estos organismos nacen como consecuenc­ia de los movimiento­s por la transparen­cia que se consolidar­on a principios de la pasada década. ¿Se ha pasado la moda de la transparen­cia?

–La transparen­cia, como derecho a conocer qué hace la administra­ción, no es una novedad. Es un movimiento mundial, europeo sobre todo. Viene a quedarse y debe quedarse. Tenemos que seguir avanzando e ir acorde con los nuevos retos que se les presentan a los poderes públicos.

–¿La gente conoce suficiente estos derechos?

–Tenemos campañas para dar a conocer a los ciudadanos qué informació­n pueden pedir y cómo pueden hacerlo, cuáles son los límites de la petición y de qué plazos dispone la Administra­ción.

–Tienen previsto poner en marcha un plan de evaluación de la transparen­cia de la Administra­ción.

–La evaluación existe ya y tenemos planes de inspección. Pero nuestra misión es que la Administra­ción sea cada vez más transparen­te. Nuestro objetivo es corregir los errores e identifica­r los puntos de mejora, no establecer niveles de cumplimien­to.

–¿Cuál es el mayor reproche que hace a las Administra­ciones?

–Los plazos de respuesta.

–Tienen las competenci­as en protección de datos desde 2019. ¿Es algo todavía más desconocid­o para la ciudadanía?

–El ciudadano intuye cuáles son sus derechos en materia de protección de datos, pero no los conoce. No sabe quién tiene sus datos, para qué y cuánto tiempo. Es un derecho fundamenta­l que tiene unos límites muy precisos y una normativa comunitari­a muy relevante. El reto es que el ciudadano conozca esto, sobre todo ante la Administra­ción pública. ¿Qué hace el poder del Estado con tus datos?

–¿La primera preocupaci­ón es el Estado y no las grandes corporacio­nes digitales? El Estado ya tiene todos mis datos.

–Precisamen­te por eso. Los datos en el ámbito público tienen la mayor protección, pero los ciudadanos tienen que tener la mayor informació­n. La Administra­ción decide a partir de los datos que tiene. Un dato en posesión de un poder público es relevante y el ciudadano tiene derecho a pedir cuentas.

–¿Hay muchas reclamacio­nes en este sentido?

–Sobre todo el ejercicio de derecho al acceso para saber qué datos tiene la Administra­ción de los ciudadanos. Pensemos en sanidad, por ejemplo. Son muy llamativas las reclamacio­nes sobre acceso a la historia clínica.

–¿Existe la posibilida­d que un poder público deje a la vista datos sanitarios para el sector privado?

–No, no. El dato es muy relevante para muchas actividade­s de interés público. Hay muchos proyectos con uso de datos sanitarios para interés público, pero esos datos no tienen por qué estar asociados a una persona concreta. Puede ser una imagen médica, por ejemplo. En esos casos se evita el riesgo de afección al dato personal.

–Esto habrá aumentado en la pandemia con proyectos como la aplicación Alerta Covid o el certificad­o de vacunación.

–Se han incrementa­do las consultas concretas, aunque en materia de reclamacio­nes no ha sido relevante. Los datos sanitarios están especialme­nte protegidos y una su uso con una finalidad pública asociada, como evitar un contagio, se ha cuidado mucho. No ha habido brecha de seguridad en la materia.

–¿Qué papel tiene el Consejo en ataques de cibersegur­idad?

–Recibimos la comunicaci­ón de las brechas de seguridad y se lo trasladamo­s a los afectados si ha habido acceso a datos personales. También analizamos la causa de la brecha y la diligencia del sujeto obligado en la protección de datos para cerrarla.

–Si el derecho a la transparen­cia es, es poco conocido, en de la protección de datos debe serlo más.

–El derecho a la protección de datos es más complejo. El ciudadano entiende cuando ha habido una vulneració­n, pero es más complicado entender quién es responsabl­e y la forma de reclamar.

–¿Qué reto tiene a largo plazo en materia de protección de datos?

–Hay una preocupaci­ón por los avances tecnológic­os. Su velocidad es incontrola­ble. No podemos permitir que vayan siempre por delante del conocimien­to que tiene el ciudadano de sus derechos o del avance de la tecnología al servicio de la protección de sus datos. El gran reto es configurar entornos de protección de los datos personales ante la Administra­ción electrónic­a.

–¿Cómo se conjuga esto con tecnología­s de Inteligenc­ia Artificial, como el reconocimi­ento facial?

–Cualquier tecnología que utilice una máquina para resolver problemas, como puede hacerse en un proceso de selección, es Inteligenc­ia Artificial. Estamos hablando de procesos que utilizan o generan datos de los ciudadanos y el ciudadano tiene que ser consciente de que eso se está produciend­o.

La transparen­cia se enfrenta a obstáculos como el desconocim­iento en la Administra­ción o una falta de medios”

Hay una brecha de género en derechos digitales; el 80% de las solicitude­s que tenemos las hacen hombres”

–¿Hay una brecha generacion­al o económica en asuntos de derechos digitales?

–Se aprecia una brecha, ya sea por cuestiones de género o socioeconó­micos, por pertenenci­a a grupos desfavorec­idos.

–¿De género?

–Sí, es curioso. Sospechamo­s que es por la diferencia de acceso a la tecnología. El porcentaje es del 80% de peticiones de hombres y 20% de mujeres.

 ?? JOSÉ ÁNGEL GARCÍA ?? Jesús Jiménez, después de la entrevista en la sede del Consejo de la Transparen­cia y la Protección de Datos.
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA Jesús Jiménez, después de la entrevista en la sede del Consejo de la Transparen­cia y la Protección de Datos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain