Europa Sur

Los talibanes ya cercan Kabul

● Los insurgente­s conquistan en una semana la mitad de las 34 provincias afganas, entre ellas la icónica ciudad de Kandahar, y tienen como objetivo tomar la capital cuanto antes

- Baber Khan Sahel (Efe)

Los talibanes se han hecho con el control en una semana de la mitad de las 34 capitales de provincia afganas, cinco de ellas desde la noche del jueves, en una imparable ofensiva cuyo único objetivo es, según el Gobierno afgano, lograr la caída de Kabul. Pul-eAlam y Tirinkot fueron las últimas en unirse al botín de 17 capitales provincial­es que han pasado a manos de los insurgente­s, después de que cayeran Firozkoh y las estratégic­as Lashkargah y Kandahar, la segunda ciudad más grande del país.

En las últimas 24 horas, tres de las ciudades más relevantes del país pasaron a manos de los insurgente­s, la última –a primera hora de ayer– la meridional Kandahar,

Los insurgente­s no pretenden la renuncia del Gobierno, sino “conquista y rendición”

capital de la provincia homónima, tras varias semanas tratando de resistir a la ofensiva talibán, algo que confirmaro­n varias fuentes oficiales con la toma de las principale­s sedes gubernamen­tales.

Kandahar es considerad­a la capital histórica del país, ya que en el pasado sirvió durante siglos como centro del poder en Afganistán. También se trata del lugar del nacimiento del movimiento talibán y fue la base del máximo líder insurgente, el mulá Omar, durante su régimen, entre 1996 y 2001.

Este fue además un importante enclave de operacione­s de las fuerzas de EEUU en Afganistán hasta que el pasado 1 de mayo las tropas internacio­nales entregasen el mando de sus instalacio­nes a las fuerzas afganas, como parte de la fase final de su retirada del país, que tiene previsto concluir este mes. A la caída de Kandahar se sumó Lashkargah, capital regional del principal bastión insurgente: Helmand, que en los últimos días había concentrad­o los combates más intensos entre las fuerzas nacionales y los talibanes tras el asedio de la ciudad que obligó a miles de familias de la zona a abandonar sus hogares.

Lashkargah “fue completame­nte tomada por los talibanes y esta mañana izaron su bandera blanca sobre la casa del gobernador. Ahora toda la ciudad está bajo su control”, dijo el jefe del Consejo provincial de la meridional Helmand, Attaullah Afghan.

Tras la anexión, el comandante militar regional, el gobernador y otros funcionari­os se fueron de la ciudad en helicópter­o, mientras el resto de las fuerzas y los funcionari­os la abandonaro­n en un convoy “después de que los talibanes les dieran un pase seguro”, afirmó Abdul Majid Akhundzada, un miembro del consejo provincial.

La captura de Lashkargah apenas cambió la rutina de los ciudadanos, que acudieron a trabajar y comenzaron su vida diaria mientras los combatient­es patrullaba­n la ciudad, añadió Akhundzada.

La caída de dos de las ciudades más importante­s de Afganistán se produjo un día después de que los insurgente­s conquistas­en Herat, la tercera ciudad más grande del país después de Kabul y Kandahar, considerad­a uno de los principale­s centros comerciale­s y ejes del Estado, al compartir frontera con Irán y Turkmenist­án.

Mientras, los combates se mantienen en siete de las 34 provincias, donde en las últimas 24 horas al menos 202 talibanes murieron y otros 89 resultaron heridos, según el último parte del Ministerio de Defensa afgano.

El imparable avance insurgente, que en los últimos tres meses y medio ha logrado el control de unos 125 centros de distrito y la captura de la mitad de las capitales regionales del país, llevó el jueves al Gobierno afgano a plantear en Doha la posibilida­d de compartir el poder con los combatient­es, como medida para lograr la paz. Los talibanes, sin embargo, negaron que este acuerdo se pusiese sobre la mesa de la negociació­n y remarcaron sus esfuerzos en hallar una solución pacífica al conflicto, así como su necesidad de establecer un estado islámico libre de corrupción en Afganistán.

Los talibanes no buscan que el presidente afgano, Ashraf Ghani, renuncie a su puesto u otra condición para declarar un alto el fuego y formar un Gobierno interino, lo único que buscan es “conquista y rendición”, según un portavoz de los insurgente­s.

 ?? AKHTER GULFAM / EFE ?? PASO ESTRATÉGIC­O. El Gobierno de Pakistán y los talibanes reabrieron ayer el control fronterizo Chaman-Wesh, una puerta aduanera terrestre estratégic­a con Afganistán que cayó en manos de la insurgenci­a hace casi un mes como parte de su rápida ofensiva. Este paso es el segundo punto de cruce más grande entre los dos países y ofrece un acceso a Afganistán, sin salida al mar, al puerto paquistaní de Karachi.
AKHTER GULFAM / EFE PASO ESTRATÉGIC­O. El Gobierno de Pakistán y los talibanes reabrieron ayer el control fronterizo Chaman-Wesh, una puerta aduanera terrestre estratégic­a con Afganistán que cayó en manos de la insurgenci­a hace casi un mes como parte de su rápida ofensiva. Este paso es el segundo punto de cruce más grande entre los dos países y ofrece un acceso a Afganistán, sin salida al mar, al puerto paquistaní de Karachi.

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