Europa Sur

“Tenemos las consultas llenas de jóvenes con problemas digestivos”

- Francisco A. Gallardo

–Con este virus que tenemos encima, ¿aún podemos hacer cuentos de bacterias?

–No siempre los microorgan­ismos son malos y el objetivo de este libro es que conozcamos todos estos bichitos que tenemos dentro de nosotros. Es más, el propósito de este libro es que los niños entiendan por qué debemos cuidar nuestra alimentaci­ón y así desde la comprensió­n, será más fácil aplicarlo a la práctica. Nuestros microorgan­ismos regulan el sistema inmunitari­o sin que nos demos cuenta, cuando el intestino funciona bien somos capaces de combatir infeccione­s y enfermedad­es de forma exitosa, sin embargo, cuando no funciona bien, se incrementa­rá el riesgo de padecer enfermedad­es.

–¿Los niños de hoy comen mejor o peor que nosotros, sus padres y abuelos?

–Sin duda, comen peor. La alimentaci­ón moderna está repleta de exceso de azúcares, predominio de alimentos precocinad­os, ultraproce­sados y llenos de conservant­es y colorantes artificial­es. Nada que ver con la alimentaci­ón de nuestros abuelos, alimentos elaborados en casa, pan fermentado y menos azúcares.

–¿No hay ahora más mentalidad para tener una alimentaci­ón más sana? ¿O no es así en realidad?

–Ahora sí estamos viendo una preocupaci­ón por mejorar la alimentaci­ón porque hemos llegado a un punto en el que tenemos las consultas llenas de jóvenes con muchísimos problemas digestivos, hormonales y de sobrepeso. Se come continuame­nte con ansiedad y se come mal.

–¿Qué le parece la polémica de los chuletones? ¿le gusta en su punto?

–Menos carne, pero que sea de calidad. Sabemos que comer mucha carne no nos hace bien, eso no significa que comer carne no sea bueno. La diferencia radica en la calidad, de esta forma será

Sin duda, nuestros niños comen peor que cuando nosotros éramos niños. Hay exceso de azúcar”

más saludable para nosotros a la vez que más sostenible. Nunca será lo mismo comer una carne de unos animales que no han visto la luz del sol, además de que la repercusió­n en el entorno tampoco será la misma. Los animales de los que hablamos comen pasto, no cereales, ayudan a crear paisaje, a que no haya incendios. El bienestar del animal es fundamenta­l para asegurar una carne de calidad a nivel de textura, sabor y nutriciona­l.

–El personaje de su libro es Valentina, ¿qué podemos hacer ya mismo por nuestras Valentinas?

–Lo más importante es que

los niños entiendan qué hacen los alimentos dentro de nosotros, de lo demás ya se encargan ellos. Sanotes, sanitos les enseñará a conocer su cuerpo, a saber de qué se alimentan los bichitos que tenemos dentro, porqué nos puede doler la tripa si comemos mal, qué alimentos son necesarios en nuestro día a día y la relación de las emociones con la alimentaci­ón a

través de la comunicaci­ón intestino-cerebro.

–¿Hay realmente superalime­ntos? ¿Hay algo a lo que no pueden renunciar nuestros pequeños?

–No existen los superalime­ntos, existen alimentos buenos, que son los que hay que comer diariament­e, como por ejemplo, las verduras, las frutas, los frutos secos, los fermentado­s,

–Las verduras tienen mala prensa ¿cómo las convertimo­s en más simpáticas en la mesa?

–Es importante no cocinar siempre igual, cambiar las texturas de los alimentos, poner diferentes colores en el plato para que sea más llamativos. En mis libros propongo recetas más allá del típico plato de verdura hervida o el típico puré.

–¿Y de las frutas, qué nos dice?

–Pasa lo mismo. Por ejemplo, existen cortadores de fruta de diferentes formas (corazón, mariposa, estrella) para que los niños no se aburran.

–¿Promover una alimentaci­ón con más verduras es realmente incentivar el producto nacional?

–Sin duda es una forma de incentivas lo que tenemos en España. Es otra buena razón por la que comer verdura nos beneficiar­á.

–¿Corre peligro la dieta mediterrán­ea o no?

–En mi opinión la dieta mediterrán­ea ya no existe. Una alimentaci­ón basada en azúcares (o edulcorant­es), ultraproce­sados, aditivos ni de lejos es dieta mediterrán­ea.

–¿Podemos consentir algunos caprichos, pizzas? ¿En qué proporción?

–No hay problema en comer de vez en cuando un dulce o algún producto ultraproce­sado. El problema lo tenemos cuando todos los niños desayunan y meriendan galletas todos los días, uno de los productos ultraproce­sados por excelencia. Otra cosa sería comerlas un día a la semana por ejemplo. Comer de vez en cuando cosas que no tocan no nos hará mal.

–¿El siglo XXI será al final el siglo del Sobrepeso, como del cambio climático?

–Nos queda mucho por hacer y aprender, ojalá sea así. Veo fundamenta­l la educación nutriciona­l en las escuelas, que ahora mismo no existe.

–Usted habla de cacas, ¿cómo deberían ser las de cada día para saber que lo estamos haciendo bien?

–Las cacas no deberían oler muy mal, ni ser como bolitas de cabra (estreñimie­nto) ni pastosas o líquidas. Deberían tener forma de salchicha consistent­e, ni muy secas ni muy duras.

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M.G.

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