NUEVAS RELACIONES CON MARRUECOS

EL discurso de rey de Marruecos, Mohamed VI, con motivo de la llamada Fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo indica que las relaciones con el país vecino están a punto de restablecerse. Mohamed VI expresó su voluntad de “inaugurar una etapa inédita” con España y citó de modo expreso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien agradeció su voluntad. Antes, Felipe VI había felicitado a Mohamed VI por su cumpleaños, un hecho que fue publicitado por la agencia pública de noticias MAP. Medios marroquíes han indicado que la embajadora del país vecino en España, Karima Benyaich, volverá a Madrid, de donde se fue después de la crisis migratoria de Ceuta de mediados de mayo. Hay asuntos, relativamente, urgentes que hay que resolver con Marruecos, como son la apertura de la frontera terrestre con Ceuta y Melilla, que afecta de modo grave a la economía de estas dos ciudades; la reanudación del tráfico marítimo en el Estrecho, y la celebración de la Reunión de Alto Nivel que se suspendió, supuestamente, por la pandemia de Covid, pero que ya evidenciaba un empeoramiento de las relaciones. La causa de que Marruecos se avenga a rehacer las relaciones es que ha cosechado un enorme fracaso diplomático a raíz de la crisis de mayo. La Unión Europea se puso del lado de España sin fisuras y no ha conseguido que la Administración de Joe Biden vaya más allá de respetar, de modo implícito, el reconocimiento de la marroquinidad del Sahara que realizó Donald Trump. Ninguna potencia occidental ha abierto, como quería Marruecos, sedes consulares en territorio saharaui. Nuestras relaciones con Marruecos son inevitables, tanto como nuestra cercanía, pero entendemos que el país vecino debe comprometerse a resolver las crisis, cuando las haya, en un marco de lealtad. Es posible que Marruecos quiera que España cambie su posición sobre el Sahara y entendemos que debe hablarse sobre ello, pero en el marco de lo que se vaya decidiendo en Naciones Unidas, donde, no obstante, también se ha producido un cambio sobre su derecho a la autodeterminación.

Marruecos debe comprometerse a que las crisis, cuando las haya –que las habrá porque son inevitables–, se solventen en un marco de lealtad