El Betis pasa del uno a cero al 0-1
Los verdiblancos caen frente a un Real Madrid que creó más peligro ante la meta contraria
Otra semana más y el Betis deberá trabajar duro durante el parón de las selecciones para arrancar de una vez. Los verdiblancos, por mucho que esta vez tengan el eximente de haberse medido al Real Madrid, no han comenzado bien el curso y la realidad de los números dictamina que tiene sólo dos puntos cuando ya todos los equipos se han peleado por nueve en las tres primeras jornadas.
Que la lucha contra uno de los colosos, frente al Real Madrid, llegó hasta el aliento final, hasta el punto de que Montoya pudo empatar en el minuto 97, nadie lo puede rebatir. Pero ni el más furibundo de los seguidores béticos podrá objetarle absolutamente nada al triunfo de los madridistas en esta ocasión. En el cómputo global de los acercamientos hacia la portería contraria es evidente que Rui Silva lo pasó mal más veces de lo que lo hizo Courtois. El fútbol, sin embargo, no se mide como en el boxeo a los puntos. La única verdad de este deporte consiste en marcar un gol más que el rival y, desgraciadamente para el Betis, Carvajal la introdujo entre los tres palos. Y ninguno de los verdiblancos fue capaz de hacerlo al revés.
Todo se decidió en una de esas acciones correlativas que son capaces de dejar sin dormir a los profesionales. Carvajal superaba a Rui Silva en el minuto 61, pero en ese mismo minuto tuvo el Betis la mejor ocasión para haberse plantado en solitario delante de Courtois para tratar de superarlo. Juanmi ganó un balón increíble en la pelea con un Militao que se iba por los suelos y después con Alaba cuando éste acudió al rescate. El malagueño tenía un dos contra uno fácil con Fekir, pero cuando trató de buscar al francés le regaló la pelota al joven Miguel Gutiérrez, el único que cerraba en la defensa madridista.
Fue una acción clave. En la jugada siguiente llegó el gol madridista. Como establece el tópico de los análisis balompédicos se pasó del posible uno a cero al efectivo cero a uno en un intervalo inferior a los 60 segundos. Ahí viró absolutamente todo a favor de la causa madridista.
El trabajo que había planteado Pellegrini desde el inicio se había venido abajo de manera irremediable. Porque el Betis peleó lo indecible, trató de saltar el muro de la superioridad económica y futbolística del rival, pero al final cayó fruto de la impotencia de haber sido superado por el juego combinativo de la tropa de Ancelotti, que también tuvo su mérito, dicho sea de paso.
A los cinco minutos pudo marcar Benzema y sólo dos después la tuvo Militao ante Rui Silva. Sin embargo, ese arreón no se prolongó mucho en el tiempo, hasta el punto de que Fekir obligaría a lucirse a Courtois en el 11. Y antes del intermedio Canales le dio un buen susto a Courtois en un centro-chut (29’) y Juanmi volvió a probar al belga ya antes del intermedio (41’).
Al descanso se llegaba con el duelo sin definir, con los dos equipos lamentándose de sus opciones y sin tener en cuenta que el rival también las había tenido. Restaba por ver quién volvería más enchufado y ése fue un Real Madrid mucho más mandón y que no se adelantaba por la impericia de Vinicius Júnior en los remates (54’).
Llegaría la jugada clave con el paso del 1-0 al 0-1 y ya todo sería un quiero y no puedo por parte de Pellegrini y su batallón. El chileno apeló a Camarasa, Tello, Borja Iglesias y Joaquín, pero su ocasión más clara no llegaría hasta el epílogo. La tuvo Montoya, paró Courtois y el Betis se va al parón con sólo dos puntos. Lógicamente, sería una insensatez sacar conclusiones definitivas a estas alturas, pero el Betis sólo ha sido capaz de sumar dos puntos de nueve cuando aún no está exigido por la competición europea. Mimbres tiene y al encargado de construir el cesto lo llaman Manuel y se apellida Pellegrini, así que cabe confiar en su sapiencia.