Europa Sur

Crisis de la vacuna de Moderna: ¿de Japón a Granada?

Tres lotes de viales contaminad­os y envasados por Rovi en Madrid fueron retirados por el regulador japonés La planta granadina no empezará a elaborar el principio activo hasta el último trimestre

- Juan José Medina

Una crisis de comunicaci­ón en una multinacio­nal dedicada a la industria de la salud es una mala noticia y una prueba de fuego para sus gabinetes de prensa. Puede acabar en pocas horas con una reputación ganada durante décadas y, en esta época de pandemia de coronaviru­s, cualquier cosa que suena a paso atrás en la búsqueda de la normalidad de 2019 se tiende a magnificar. A finales de agosto, Japón, un país que bramó contra la celebració­n de los Juegos Olímpicos en Tokio por temor al Covid-19 pero que presenta unos niveles de vacunación muy bajos en comparació­n con su potencial económico, retiró un millón de dosis de la vacuna de Moderna y una semana más tarde, otros 1,63 millones. El problema fue haber encontrado en los sueros unas “sustancias extrañas” en varios lotes, por lo que por principio de precaución se retiraron y más cuando en un primer momento dos muertes se relacionar­on con este preparado. Y estos lotes en común tenían haber sido fabricados en España por la farmacéuti­ca Rovi, que hace apenas seis meses anunciaba a bombo y platillo que su planta de Granada iba a elaborar el principio activo del suero desarrolla­do por la compañía estadounid­ense. En concreto cien millones de vacunas al año. Y la pregunta se hizo evidente en ese momento: ¿de qué manera afecta a la fábrica granadina esta crisis de reputación de la farmacéuti­ca española?

Desde los Laboratori­os Rovi en todo momento han desvincula­do su planta de Granada de la crisis de la vacuna de Moderna en Japón. Por una razón muy sencilla: de Andalucía todavía no ha salido ninguna dosis fabricada en la plata de Rovi en el Parque Tecnológic­o de la Salud de Granada. Fuentes de la compañía explicaron a este diario que en la nave granadina se siguen realizando las obras y la instalació­n de los aparatos que servirán para implantar y poder elaborar el principio activo de las vacunas con tecnología de ARN mensajero en la que se basan los preparados de Moderna.

Una de las posibles confusione­s venía al tirar de hemeroteca. Cuando en los meses de abril y mayo, tanto Juanma Moreno como Pedro Sánchez visitaron Rovi en

Granada, los dirigentes se mostraron esperanzad­os en que los primeros viales salieran de Andalucía en un plazo de cinco meses, que es el que prácticame­nte coincide con las fechas actuales. Pero la propia compañía estiró este mismo verano sus propias previsione­s y situó en el último trimestre del año la frontera para que desde Granada salieran los primeros principios activos de la vacuna. Los lotes contaminad­os, tres en concreto, salieron de la planta de Rovi situada en Alcalá de Henares, en Madrid, donde la farmacéuti­ca se dedica al llenado y envasado y distribuci­ón de la vacuna para todo el mundo salvo Estados Unidos. La compañía admitió, tras realizar los estudios pertinente­s, que la sustancia contaminan­te hallada es acero inoxidable, el cual, tal y como explicó Rovi en un comunicado conjunto con Takeda, el regulador farmacéuti­co japonés, “no supone un riesgo indebido para la seguridad del paciente y no afecta negativame­nte al perfil beneficio/riesgo del producto”. Además, las dos muertes en el país nipón relacionad­as presuntame­nte con Moderna no tenían nada que ver con los lotes contaminad­os.

Pero el daño a la reputación ya estaba hecho. El pasado viernes por la mañana Rovi acumulaba un descenso del 22% en bolsa tras la crisis de la vacuna, aunque más tarde se estabiliza­ron en torno al 13,5%. Y eso son millones que se pierden, pero también momentos de duda entre los inversores. En Andalucía hay mucho en juego con Rovi y su planta granadina. En una entrevista concedida a Granada Hoy el pasado 25 de abril, el vicepresid­ente y director financiero de Rovi, Javier López-Belmonte, no pudo llegar a cuantifica­r la inversión millonaria que se lleva a cabo, no solo en la planta de Granada capital para esta vacuna, sino también para la factoría de heparinas que construye en estos momentos en el Parque Metropolit­ano Industrial y Tecnológic­o de Escúzar, en la comarca del Temple granadino. Eso sí, la intención de Rovi es duplicar la plantilla existente, que pasaría a tener 200 trabajador­es de toda Andalucía. “Hay una consecuenc­ia directa de inversione­s, de actividad económica, mediante infraestru­cturas y reformas que supone en el corto plazo circulació­n de dinero y empleo para la región”, dijo entonces el vicepresid­ente de Laboratori­os Rovi.

La propia compañía ha “respirado” estos días después de comprobars­e que sus vacunas no tuvieron que ver en la muerte de dos japoneses y que la sustancia encontrada en sus viales es inocua en estas cantidades en el ser humano. Por eso todo sigue adelante para Rovi, que afirmó con rotundidad que “las inversione­s para Granada están comprometi­das”, por lo que el plan marcha, y la provincia andaluza seguirá siendo la “joya de la corona” para el laboratori­o madrileño.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain