El teletrabajo cae a la mitad en un año pero aún triplica la tasa prepandemia
La tasa de asalariados que trabajaban más de la mitad del tiempo desde su casa disminuyó del 15,28 % al 8,92 % con la desescalada posterior al confinamiento estricto
A punto de cumplirse un año de la regulación del trabajo a distancia es una incógnita el nivel de teletrabajo que perdurará cuando la pandemia del Covid acabe, ya que la tasa de asalariados que trabajan en su domicilio ha caído a la mitad desde el inicio de la crisis pero todavía triplica la que había antes.
La vuelta a la oficina es un hecho desde hace meses, ya que con la desescalada posterior al confinamiento estricto (en el verano de 2020) la tasa de asalariados que trabajaban más de la mitad del tiempo desde su casa disminuyó significativamente, pasando del máximo marcado en el 15,28% al 8,92%.
Desde entonces esa tasa ha bajado otro punto, al 7,89%, porcentaje que aún triplica el 2,48% de 2019, año en el que teletrabajaron más de la mitad del tiempo una media de 413.700 asalariados, frente a los 1,3 millones que lo hacían en el segundo trimestre de 2021, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Habrá que esperar a los datos del tercer trimestre para saber si la vuelta de las vacaciones de verano está suponiendo un punto de inflexión para el retorno masivo a una presencialidad total.
La coordinadora confederal de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT, Paula Ruiz, aseguraba esta semana que muchas empresas se habían marcado el mes de septiembre como fecha de vuelta completa a las oficinas, lo que a su juicio es “una insensatez y una temeridad” teniendo en cuenta que la pandemia no se ha acabado.
En un consultorio semanal que UGT abre a la ciudadanía, el abogado del servicio de estudios del sindicato Daniel Pueyo recordaba que el teletrabajo es voluntario y reversible para ambas partes, por lo que puede iniciarse o suspenderse tanto a instancia de la empresa como del trabajador.
Con carácter general la empresa puede poner fin al teletrabajo parcial o totalmente sin necesidad de un tiempo mínimo de preaviso, salvo que haya acuerdo individual o colectivo que establezca otra cosa.
Para poder seguir en casa, el trabajador tendría que justificar un mayor riesgo para su salud por la exposición a la covid o apelar al derecho de conciliación, específicamente reconocido a los padres de hijos menores de 12 años.
En caso de que se revierta totalmente el teletrabajo, el empleado tendría que devolver el material que la empresa le hubiera facilitado, pero no la compensación económica por los gastos asumidos si la hubiera habido, salvo en el caso de que se hubiera abonado por adelantado.
El secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO, Carlos Gutiérrez, cree que todavía hay dudas sobre si el teletrabajo volverá al “nivel ínfimo” previo a la pandemia o si realmente se ha producido un cambio cultural en las empresas respecto a la organización del trabajo.
En declaraciones a EFE señala que la negociación colectiva está avanzando y pone el ejemplo de convenios como el de la banca o de grandes empresas como Telefónica o Axa que ya regulan el teletrabajo.
En la patronal CEOE consideran que, “en la medida que los puestos de trabajo sean teletrabajables”, es de esperar que esta forma de organización del trabajo crezca y se consolide en el marco de relaciones laborales, “como de hecho está sucediendo”. Fuentes de la patronal trasladan a Efe que el teletrabajo está respondiendo a razones diversas como la productividad, la conciliación, “incluso dando respuesta a problemas como el cambio climático y la despoblación”.
La empresa puede ponerle fin parcial o totalmente sin necesidad de un tiempo de preaviso