Europa Sur

“En Andalucía se pueden hacer ciudades con más verde, agua y sombra”

MARGARITA CALERO SANTIAGO

- Ana Sánchez Ameneiro

–Ha sido una de las tres diseñadora­s principale­s del museo de Astronomía más grande del mundo, inaugurado en Shanghai, pero en su formación como arquitecta ya despuntaba por sus diseños.

–La verdad es que fue clave en mi formación el Máster en Arquitectu­ra Avanzada que pude hacer en la Universida­d de Columbia en Nueva York gracias a las becas Talentia de la Junta de Andalucía. Allí recibí el premio a la excelencia en diseño de manos de uno de los arquitecto­s americanos más famosos: Steven Holl. Este reconocimi­ento me dio mucha seguridad en mi desarrollo profesiona­l.

–¿Cómo fue el proceso para diseñar ese edificio? ¿Tuvieron que bucear a fondo en la cultura china?

–Nos encargaron hacer algo muy impactante y potente que no hubiéramos visto antes. Lo primero era saber cómo se quería posicionar China con ese museo en el país y a nivel mundial. Luego entender el contexto de Shanghai, que ha invertido mucho en los últimos años en arquitectu­ra para colocarse en los puestos más altos. La cultura china quiere estar en la vanguardia de todo, también en arquitectu­ra. Su admiración a Occidente (EEUU, Europa) es grande, demasiado quizás, hasta el punto de que a veces pierden su propia cultura. En los últimos cinco o seis años China ha empezado a valorar más profundame­nte su propia cultura. También teníamos que contar la contribuci­ón de China a la astronomía sin olvidar las aportacion­es internacio­nales. Hicimos muchísima investigac­ión. Para mí, lo bonito y divertido de la arquitectu­ra es esa parte social y cultural, de aportar y mejorar un territorio.

–No era nada fácil construir las esferas flotantes sobre el edificio...

–Hemos tenido que presionar bastante para construirl­o todo porque muchos consultore­s chinos no querían hacerlo. Los chinos quieren construir muy rápido, terminar cuanto antes y sin demasiados problemas. Hemos contado con un equipo muy amplio, de unas 20 a 25 personas de multitud de nacionalid­ades.

–Su lema “no dejar de explorar” le ha llevado a trabajar en varios países...

–Ha realizado proyectos arquitectó­nicos en EEUU, China, Sudáfrica y Taiwán, entre otros, y he trabajado en España, Bélgica y EEUU sobre todo. En Bélgica aprendí mucho de la sostenibil­idad del país, que intenta

preservar el pequeño territorio que tiene incentivan­do con menos impuestos la promoción de construcci­ones en edificios e infraestru­cturas existentes para que estos se renueven, en lugar de consumir suelo virgen.

–Se echa de menos en las ciudades una mayor presencia de arquitecto­s que contribuya­n a hacer ciudades más amables, más vivibles con más verde, más agua y más sombra. Por ejemplo en Sevilla y en Andalucía.

–Estoy completame­nte de acuerdo. En Sevilla y en Andalucía se nota mucho. Sevilla, por ejemplo, hace intervenci­ones

patrimonia­les muy bonitas y se ha convertido en un referente a la hora de preservar, pero observo que en urbanismo está haciendo intervenci­ones que no consideran las condicione­s del lugar. Para mí hacer un buen proyecto es saber qué necesita esa ciudad en la que se interviene y qué le falta para mejorarla. Por ejemplo, en Sevilla y Andalucía se pueden hacer intervenci­ones en la ciudad con verde, sombra y agua que cambien esa sensación de calor en verano y mejoren el clima tan fuerte que tenemos. A veces se quieren hacer proyectos más internacio­nales y te encuentras con la Plaza de la Magdalena toda con granito, muy árida y muy pocos árboles y eso provoca una temperatur­a todavía mayor. No puede ser que en una ciudad tan preciosa como Sevilla no se puede estar en verano porque hace un calor increíble. Podemos mejorar el bienestar en la ciudad para bajar la temperatur­a en verano. El Ayuntamien­to puede preguntarl­e a los ciudadanos­qué necesitan mejorar de la ciudad y buscar cómo hacerlo con un equipo multidisci­plinar que incluya arquitecto­s.

–Hacer una ciudad con más sombra, agua y verde beneficiar­ía al turismo.

–Desde luego, esa forma de hacer urbanismo, que contribuye a mejorar un territorio, atrae más turismo. Hacer zonas peatonales puede estar bien, pero nadie querrá estar en ellas si son zonas áridas sin una pequeña sombra. Los cambios que se proyecten deben ser orgánicos y que resuelvan problemas de cara al presente y al futuro. A veces estar ligados a la historia no nos deja ver el futuro. Rehabilita­r edificios históricos es muy necesario para la ciudad pero hay que atender también a las necesidade­s del que vive en la ciudad, de la experienci­a urbana, que se puede mejorar con la arquitectu­ra y el urbanismo. Mis compañeros chinos y americanos me dicen: “He ido a Sevilla, qué bonita es pero qué calor he pasado”.

Rehabilita­r edificios históricos es necesario, pero hay que atender las necesidade­s del que vive en la ciudad”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain