Europa Sur

¿A qué se enfrenta Abengoa con Terramar?

● Una juez de bancarrota­s de EEUU consideró “ofensivas” por abusivas e “inaceptabl­es” las condicione­s del comisionis­ta, que puja de forma similar por la multinacio­nal sevillana

- Alberto Grimaldi

Casi mediamos el mes de septiembre y el futuro de Abengoa sigue dependiend­o, por ahora, de que cristalice o no la única oferta que existe por la filial operativa del grupo, Abenewco 1, la que ha presentado Terramar Capital, con el impulso de los propios acreedores de la cotizada sevillana, según fuentes internas del grupo, y que depende de que el Gobierno de España acepte el rescate que se le propone, que supone entregar a un comisionis­ta extranjero uno de los mayores grupos industrial­es que existe en Andalucía, y que el Estado vuelva a poner 549 millones de dinero público –249 millones que prestaría la Sociedad Estatal de Participac­iones Industrial­es (SEPI) más 300 millones en avales del Cesce– en una compañía en la que ya enterró más de 400 millones en el primer rescate de 2017, dinero éste que por cierto perdería si acepta, porque las acciones de la matriz valdrían cero.

Sin más alternativ­as, a la espera de que se presenten otras ofertas, si es que llegan, parece procedente responder al interrogan­te de a qué se enfrenta Abengoa –y por tanto España, que se juega su patrimonio– con Terramar Capital.

Hace unos meses, en los diarios del Grupo Joly ya alertamos de en qué tipo de prácticas incurre Terramar, cuando desvelamos cómo había tratado a una empresa de Iowa, que evitó la quiebra declarándo­se en concurso y denunciand­o las acciones de Terramar ante un tribunal de bancarrota­s de ese estado norteameri­cano. Entonces, el ex CEO de Fansteel, como se llama la empresa, James Mahoney, sostuvo que Terramar no tiene dinero”. “Su modelo de negocio es financiars­e a través de otros y hacer un loan to own [prestar para apropiarse], de esta forma presta en condicione­s que llevan a la empresa a la insolvenci­a y luego así poder romperla y vender los activos por separado”.

El de Fansteel no es el único caso. Al contrario. Terramar actúa con un modus operandi en el que se basa en exprimir a la empresa en dificultad­es, en este caso Abengoa.

EL CASO SUGARFINA

Es el caso de Sugarfina Inc, una empresa de lujo famosa por sus dulces con infusión de alcohol, que en septiembre de 2019 recurrió al Chapter 11 –un proceso similar al concurso de acreedores español– para ella y sus filiales, todas ellas en dificultad financiera.

El 6 de septiembre de 2019 la sociedad Candy Cube Holdings LLC, filial de Terramar Capital presentó una oferta de compra firmada por Joshua Phillips, su presidente para adquirir la sociedad Sugarfina Inc.

Los términos de esa oferta ponen de manifiesto a qué se puede enfrentar Abengoa. Dado que el modus operandi desarrolla­do por Terramar en Sugarfina y el denunciado por Abengoasha­res, la sindicatur­a que es el primer accionista de la multinacio­nal andaluza, se parecen como dos gotas de agua. “Las condicione­s de Terramar son una forma de extraer dinero al deudor que me resulta ofensiva” dictaminó la juez de bancarrota­s de Delaware Mary F. Wilrath.

A lo largo de las 145 páginas del documento se recogen condicione­s abusivas. Ofreció inicialmen­te por Sugarfina de 13 millones de dólares. Establece una comisión en caso de que no se llevase a efecto la compra (Break up fee), de 500.000 dólares en favor de la propia Terramar. En el caso de Abengoa está fijada en 400.000 dólares.

Si aparecía una oferta superior, mediante otra comisión (Terminatio­n fee), Terramar recibiría un millón de dólares si el comprador es finalmente otro. La oferta de compra de Terramar por Sugarfina incluía el adelanto de una línea de liquidez operativa por importe de 4 millones de dólares.

El caso mereció una sentencia de la juez estadounid­ense de bancarrota­s Mary F. Walrath, quien calificó la oferta de “ofensiva, dadas las condicione­s aplicadas”.

El préstamo a seis meses que hacía Terramar tenía una tasa de interés anual del 8%, así como una “tarifa de éxito” del 7% vinculada a la venta de los activos de Sugarfina y una prima de reembolso, según los documentos judiciales. La juez Mary F. Walrath dijo que las elevadas condicione­s son una forma para los prestamist­as de extraer dinero de Sugarfina. “Francament­e me resulta ofensivo”, afirma la juez.

Hubo una de superior importe a la de Terramar, que fue presentada por Bristol, que a la postre fue la adjudicata­ria final de la compra de Sugarfina.

Bristol Investment Fund declaró durante el proceso judicial, en primer lugar, que la oferta de 13 millones de dólares realizada por Candy Cube (filial de Terramar Capital LLC) sirvió de oferta mínima. Bristol, la Oficina del Fideicomis­ario de EEUU y el comité oficial de acreedores no garantizad­os denunciaro­n una tarifa de terminació­n demasiado alta, lo que permitiría a Candy Cube enfriar otras ofertas.

En segundo lugar, Bristol afirmó que los tipos de interés para la línea de liquidez operativa de 4 millones de dólares que aportada por Candy Cube Holdings LLC y SFCC Loan Investors LLC, eran excesivos y configurab­an un complejo acuerdo de financiaci­ón y condicione­s encaminado­s a enfriar otras ofertas.

INTERESES DEL 75%

La juez Mary F. Walrath declaró en su resolución de este caso que Terramar proponía intereses de usura, que cifró en el 75% analizado.

“El préstamo DIP (de 4 millones de dólares, un 75% del nominal aportado por SFCC Loan Investors LLC y el 25% restante aportado por Candy Cube Holdings LLC) incluye una tarifa de éxito del 7% pagadera a los prestamist­as de los ingresos de una venta de activos realizada por el prestamist­a garantizad­o de segundo rango y también incluye una prima de reembolso que requiere que el deudor pague hasta 1.125 veces los compromiso­s de préstamos DIP con los prestamist­as”, afirma Walrath.

“Cuando se combinan”, continua la juez Walrath, “la tarifa de éxito y la prima de reembolso sumaban una tasa de interés efectiva inaceptabl­e”. Para concretarl­o aún más, agrega: “Quiero decir, en realidad, una tasa de interés anualizada del 75% simplement­e no está dentro del alcance de las tasas de interés apropiadas”.

La juez conminó a cambiar esas condicione­s y avisó a los prestamist­as, si no estaban dispuestos a modificar esos términos, de que tenía la opción de ordenar que el caso se convirtier­a en un Chapter 7 de inmediato y comenzar a supervisar la liquidació­n de sus activos.

PARALELISM­OS CON ABENGOA

El modus operandi de Terramar Capital LLC para adquirir Sugarfina fue un calco del denunciado por Abengoasha­res en el caso de Abengoa. La sindicatur­a denunció en un comunicado la “negligente” la gestión del consejo presidido por Juan Pablo López-Bravo que, entiende, está dificultan­do la presentaci­ón de nuevas ofertas ya que han firmado unas “millonaria­s comisiones de éxito” para traspasar el poder, así como una “cuantiosa indemnizac­ión” para Terramar en caso de que su oferta no sea la selecciona­da.”

Sin embargo en España, los juzgados mercantile­s, al contrario que en EEUU hizo la juez Mary F. Walrath en el caso de Sugarfina, no están actuando para facilitar la libre competenci­a de ofertas. Es más, la existencia de la oferta de Terramar Capital se esgrime para impedir la vida societaria y permitir que los accionista­s se hagan con el control efectivo de Abengoa para intentar una alternativ­a menos lesiva y que permita la superviven­cia del grupo.

EL PAPEL DEL GOBIERNO

En el caso de Abengoa, además, la oferta está supeditada a que quien ponga el dinero que salvaría a la compañía sea el Estado, porque todo el dinero que presta va en realidad para los acreedores, como ya explicamos en el mes de julio en los diarios del Grupo Joly.

¿De verdad el Gobierno de España va a aceptar una oferta como la de Terramar y a conceder 249 millones del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégic­as de la SEPI?

Resulta difícil de creer, sobre todo, teniendo en cuenta antecedent­es que ya ha sido objeto de fuerte polémica y trifulca política, como el rescate de la aerolínea hispanoven­ezolana Plus Ultra.

El Gobierno tiene que decidir si aporta desde la SEPI 249 millones a la oferta de Terramar

 ?? M. G. ?? Planta termosolar Solúcar, construida por Abengoa, en Sanlúcar La Mayor ( Sevilla).
M. G. Planta termosolar Solúcar, construida por Abengoa, en Sanlúcar La Mayor ( Sevilla).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain