El presidente de Invercaria decidía las subidas del salario del personal
● La jefa de administración asegura que el alto cargo de la sociedad tomaba “la última decisión” sobre los empleados y las nóminas
Cuatro trabajadores o ex trabajadores de Invercaria relataron ayer en el juicio de la denominada “pieza de personal”, en la que están siendo juzgados en la Audiencia de Sevilla cuatro ex directivos de la sociedad pública de capital riesgo en relación con los salarios y préstamos recibidos, que fue el entonces presidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo quien los contrató y quien en los años sucesivos decidió sobre las subidas de sus salarios que, en algunos casos, se duplicaron.
En la segunda sesión del juicio prestó declaración la secretaria de Pérez-Sauquillo, María Auxiliadora B. A., quien entró a trabajar en la sociedad en 2005 y firmó el contrato con el presidente después de que, según explicó, fuese “recomendada” por el jefe de gabinete del entonces consejero de Innovación. La secretaria reconoció que “negoció” el sueldo con Pérez-Saquillo, que inicialmente se fijó en 30.000 euros brutos anuales, pero luego se fue incrementando debido a que aumentaron sus funciones, llegando a actuar casi como “jefe de gabinete”, haciendo de contacto entre la agencia Idea e Invercaria.
Esta trabajadora recibió además dos préstamos a devolver en cinco años que también negoció, aunque no recuerda si esta negociación fue con Pérez-Sauquillo o con el director financiero Antonio Nieto. La testigo afirmó que en 2005 la mayoría del personal de Invercaria procedía de la agencia Idea, socio único de la empresa pública y que los contratos se mandaban al responsable de personal Manuel Blanco Montenegro.
Otro de los ex trabajadores –que ahora sigue trabajando en una sociedad participada por Invercaria–, Daniel U. E., detalló que entró a trabajar en 2006, fecha en la que lo llamaron de la Universidad Pablo de Olavide, donde realizaba un máster. El testigo dijo que le hicieron dos entrevistas, una de ellas en la universidad y otra por parte del director de Promoción Cristóbal Cantos, y empezó ganando unos 15.000 euros brutos anuales pero, conforme iba teniendo más experiencia y “asumiendo más responsabilidades”, en los siguientes años fueron incrementándose sus emolumentos hasta los 38.000 euros.
Este testigo señaló que “nunca” habló de las condiciones salariales con los acusados Tomás Pérez-Sauquillo y con el ex director financiero Antonio Nieto, y reconoció que recibió de la empresa una ayuda de 400 euros para pagar el seguro del coche porque “viajaba mucho”, y también se benefició de dos préstamos “a interés cero”, aunque estos beneficios no estaban recogidos en el contrato ni en el convenio colectivo. Además, el ex trabajador indicó que en Invercaria no existía una Relación de Puestos de Trabajo (RPT), si bien en 2011 se hizo un “esquema o cuadro” en el que figuraban categorías profesionales y rangos salariales.
Por su parte, Noelia A. M., jefa de administración de Invercaria, entró a trabajar el año 2007 tras conocer a través de “amigos” y de un “familiar” -en alusión a la secretaria del presidente- que la empresa estaba buscando personal. Fue contratada por 30.000 euros brutos anuales pero, como en los casos anteriores, su salario fue creciendo en los años siguientes hasta los 48.000 euros debido a que Invercaria “tenía mucha proyección” y fueron aumentando sus funciones.
Los trabajadores vieron duplicados en algunos casos sus emolumentos