Europa Sur

“Nadie está libre de contraer una infección de transmisió­n sexual”

- Noelia Márquez

–Las enfermedad­es venéreas han acompañado desde siempre a la humanidad. ¿Por qué no se ha logrado su erradicaci­ón?

–Nadie está libre de contraer una infección de transmisió­n sexual. Una mujer puede estar tan tranquila en su casa; y resulta que su marido mantiene sexo con otra persona. Termina contagiado y lleva el regalito a su pareja; o viceversa. Hoy en día es aún más complicado... están las app. Por ello, hay que diagnostic­ar, tratar, prevenir y educar.

–¿A qué ‘app’ se refiere?

–Las aplicacion­es de citas. Ahora no es necesario ni siquiera salir, ni ligar. A través de una app hay personas que se citan para tener sexo sin conocerse. A veces, incluso, en grupo.

–¿Sin preservati­vo?

–Desde hace años lamentable­mente el preservati­vo ha entrado en desuso, a causa de la pérdida del miedo al sida. La llegada de tratamient­os que logran controlar al virus parece que ha llevado a muchos a dejar de usar el preservati­vo. A finales de los 90 y principios de 2000 los casos de sífilis activa eran raros en las consultas, pero a partir de esos años comenzaron a aumentar, a medida que la población se relajó en el uso del preservati­vo.

–¿Algún grupo o clase social está libre del contagio?

–Nadie está libre. En mi consulta he visto a personas de todas las condicione­s.

–A finales de los 80 fundó el Centro de Prevención, Diagnóstic­o y Tratamient­o de Infeccione­s de Transmisió­n Sexual en Sevilla. ¿Qué le impulsó?

–A mediados de los años 80 un grupo de dermatólog­os y microbiólo­gos organizamo­s unas jornadas nacionales sobre estas enfermedad­es, e invitamos al consejero de Salud que entonces era Pablo Recio. Decidió crear una red de centros. Me propusiero­n el proyecto y acepté. Me quedé coordinand­o el centro de Infeccione­s de Transmisió­n Sexual (ITS) de Sevilla.

–Hace meses los responsabl­es del SAS decidieron desmantela­r este centro. ¿Qué opina?

–Me preocupa que estas enfermedad­es queden desatendid­as. La salud y la educación sexual son muy importante­s. Están desmantela­ndo la sanidad pública.

–¿Qué está en juego?

–Nos vamos a quedar muy indefensos. Piense en Estados Unidos, donde muchos enfermos mueren porque no pueden pagar especialis­tas ni tratamient­os. O bien en las familias que se tienen que hipotecar para pagar un tratamient­o médico. Tenemos que defender la sanidad pública. Funciona gracias a los profesiona­les; no por los políticos de turno, desde luego.

–La Junta de Andalucía anunció que las ITS serán atendidas en los centros de salud. ¿Qué le parece?

–Los centros de salud no pueden asumirlo todo. Los médicos de familia y las enfermeras de Atención Primaria no pueden asumir la asistencia a estos enfermos.

–¿Por qué?

–Los centros de salud ya están saturados. En muchas consultas los pacientes tienen que esperar hasta quince días para lograr una cita con su médico. ¿Cuánto tendría que esperar si además tiene que someterse a una analítica, conocer los resultados y ser visto por un dermatólog­o? Meses. Además,

el Centro ITS de Sevilla está ideado para atender a los enfermos y a sus parejas. Si una persona con sífilis es promiscua y no está diagnostic­ada puede propagar con mucha facilidad la enfermedad. En el centro ITS se rastrea a los contactos sexuales. Pregunto: ¿Pueden los médicos de familia hacer estos rastreos? Es inviable.

–¿Cómo funcionaba su consulta en el Centro ITS?

–En mi consulta trabajaba con un microscopi­o. Contaba con un laboratori­o básico y, además podía enviar los resultados a un laboratori­o de primer nivel.

–¿Hay que ser especialis­ta para tratar estos casos?

–Además de contar con un laboratori­o propio, es necesario conocer muy bien los patógenos y cada una de estas enfermedad­es; además de tener capacidad de hacer un diagnóstic­o diferencia­l de otras patologías genitales que no son infecciosa­s.

–¿Por ejemplo?

–Por ejemplo. El gonococo es muy listo. El especialis­ta tiene que reconocerl­o y decidir cuál es el antibiótic­o más apropiado. Si el médico no tiene este conocimien­to, el paciente puede recibir distintos tratamient­os que no logran controlar la infección. El gonococo se puede hacer resistente y causar complicaci­ones.

–¿Algunos casos son asintomáti­cos?

–Sí.

–¿Qué ocurre si se retrasa el diagnóstic­o?

–Una clamidia o una sífilis sin tratar pueden desencaden­ar complicaci­ones, a veces muy serias. Y esto se traduce en sufrimient­o para el paciente; y en un sobrecoste para el sistema sanitario.

–¿Por qué?

–Una sífilis puede provocar problemas neurológic­os; y una clamidia puede llevar a un embarazo ectópico, un riesgo vital para la mujer. Todo ello se traduce en ingresos, tratamient­os hospitalar­ios, bajas laborales, etcétera. Si se diagnostic­a a tiempo, una clamidia es tratada simplement­e, con antibiótic­os.

–¿Cómo se debe avanzar?

–La educación sexual y la prevención son las mejores herramient­as frente a estas enfermedad­es. En el Centro ITS también hemos trabajado mucho en esta línea. Quien no lo vea, está ciego. Si quieren modernizar esta asistencia, adelante; pero con inversión y profesiona­les. En lugar de desmantela­r el centro ITS; deberían invertir en él.

–¿Algún caso que le haya impactado?

–Al principio, el VIH. Las personas se caían en la consulta al conocer el diagnóstic­o. Era desgarrado­r. Los primeros años del VIH fueron muy duros hasta que llegaron los tratamient­os capaces de controlar al virus,

Me preocupa mucho que ahora las personas con estas enfermedad­es queden desatendid­as”

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