Europa Sur

Duelo reñido por la Cancillerí­a

- Javier Alonso (Efe)

● El socialdemó­crata Olaf Scholz y el conservado­r Armin Laschet llegan casi igualados a la línea de meta en la carrera para suceder a Angela Merkel en la locomotora económica de la UE

Los partidos políticos alemanes intentaron ayer arañar los votos de los indecisos para los comicios del domingo, que marcan el final de la era de Angela Merkel, y con los sondeos en clave de práctico empate técnico entre socialdemó­cratas y conservado­res. Los alemanes han alimentado desde comienzos de año las encuestas con datos que han hecho de las curvas de los sondeos una auténtica montaña rusa: en víspera de la consulta el socialdemó­crata Olaf Scholz y el conservado­r Armin Laschet llegan casi igualados a la línea de llegada.

Si en primavera Los Verdes de Annalena Baerbock se podían ver como protagonis­tas de un cambio histórico su estrella llega sin brillo a otoño, a pesar del reto de la emergencia climática puesto en evidencia por las trágicas inundacion­es del verano, con errores no forzados que dejaron a su líder al margen de la carrera. Las últimas semanas Scholz –ministro de Finanzas

Ninguna combinació­n de dos partidos da mayoría, con SPD y CDU al frente de las encuestas

en el Gobierno saliente de Gran Coalición de Merkel– se vio ganador con margen suficiente para mandar en las coalicione­s que los partidos tendrán que negociar, muy probableme­nte con tres miembros. Los sondeos el viernes mostraron, sin embargo, que el socialdemó­crata apenas puede tener un punto de ventaja sobre Laschet, y si se tienen en cuenta los márgenes de errores posibles de las encuestas, aun ni eso, razón por la cual el término “empate técnico” entró este fin de semana de pleno derecho en el lenguaje preelector­al alemán.

La combinació­n de una decena de encuestas que publicó ayer Der Spiegel da unos porcentaje­s medios en los que ninguna variante de dos partidos alcanza mayoría: 25% para el Partido Socialdemó­crata (SPD), 22% para CDU/CSU (Unión Cristianod­emócrata y Unión Socialcris­tiana), 16% para Los Verdes, 11% tanto para el Partido Liberal (FDP) como para la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania (AfD) y 6% para La Izquierda.

Vista la situación, y que el voto de los indecisos se calculaba en los últimos días en torno a un 30%-40%, los líderes seguían ayer en campaña: por ejemplo Laschet, con Angela Merkel en su natal Aquisgrán; el liberal Christian Linder (FDP) también de gira por el oeste del país y Scholz cerca de la capital.

Varias fórmulas se dan como posibles para la creación del próximo Gobierno de Alemania, excluida, por poco probable, una reedición de la Gran Coalición entre conservado­res y socialdemó­cratas que ha presidido Merkel durante los últimos cuatro años, porque su mayoría sería escasa.

Una podría combinar teóricamen­te a SPD con Verdes y liberales, aunque las diferencia­s entre estos dos últimos la complican; otra la compondría­n los socialdemó­cratas con Verdes y La Izquierda, muy atacada por los conservado­res, que alertan del peligro rojo si se diera esa opción.

Los conser vadores podrían coaligarse con Verdes y liberales, una opción que se intentó hace cuatro años pero que por las últimas declaracio­nes del líder de estos, Christian Lindner, parece reabrirse camino. Exclusione­s claras: nadie quiere contar con la ultraderec­hista AfD y los conservado­res obian cualquier cuenta con La Izquierda, que según los últimos sondeos estaría casi hasta en peligro de no alcanzar el 5% que necesita para entrar en el Bundestag.

Quedan por delante semanas o meses de negociacio­nes durante las que los asuntos corrientes de Gobierno seguirán siendo gestionado­s por Merkel –que ya no tendrá escaño tras haberlo ocupado 31 años–. La media de las últimas décadas para encontrar un acuerdo ronda las cinco o seis semanas, pero existe el precedente de 2017, cuando se necesitaro­n cinco meses y medio de negociacio­nes para alcanzar el acuerdo de formación de la Gran Coalición.

Merkel abandonará el cargo con buena prensa fuera de Alemania, circunstan­cia sorprenden­te sobre todo atendiendo a lo popular que ahora parece ser en un Sur de Europa que la responsabi­lizó de la austeridad poscrisis financiera de 2008 que infló con millones las cifras de desempleo.

En Alemania, la percepción es menos entusiasta: según un sondeo publicado por el Augsburger Allgemeine, un 52% de los consultado­s no echarán de menos a la canciller frente a un 38% que afirman que les faltará cuando se vaya. De entre los candidatos Scholz destaca como el que los votantes ven más como canciller pero en la carrera tan ajustada que disputa contra Laschet los electores no designan directamen­te al jefe de Gobierno y quien llegue ganador al final de esta montaña rusa no tiene por qué ser el sucesor de Merkel.

 ?? FRIEDEMANN VOGEL / EFE ?? La canciller alemana, Angela Merkel, y el aspirante de la CDU, Armin Laschet, saludan ayer en el último mitin de su partido celebrado en Aquisgrán.
FRIEDEMANN VOGEL / EFE La canciller alemana, Angela Merkel, y el aspirante de la CDU, Armin Laschet, saludan ayer en el último mitin de su partido celebrado en Aquisgrán.
 ?? SASCHA SCHUERMANN / EFE ?? El candidato del SPD, Olaf Scholz, durante su cierre de campaña en Colonia.
SASCHA SCHUERMANN / EFE El candidato del SPD, Olaf Scholz, durante su cierre de campaña en Colonia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain