Otro punto que deja un sabor algo agridulce
El Sevilla empata en la recta final gracias a un gol de penalti de Rakitic
El Sevilla salvó un punto en el campo del Wolfsburgo al empatar 1-1, gracias a un polémico penalti convertido por Rakitic a tres minutos del final, en un partido que controló, aunque se le complicó con un gol en contra al inicio del segundo tiempo.
Los sevillistas llevaron el peso de un encuentro con pocas ocasiones claras de gol, sobre todo en la primera mitad, aunque en la reanudación se vieron sorprendidos por un intenso equipo alemán con un gol tras una indecisión en defensa, un contratiempo que sólo atenuó al marcar de penalti casi al final.
El duelo empezó con ritmo e intensidad por ambos bandos, con los sevillistas muy concentrados y sin dar lugar a que les comieran el terreno los Lobos, todo ímpetu en la presión y los balones divididos, aunque a veces sin mucha medida ni freno. La posesión del balón y el mando del juego correspondieron con claridad al equipo hispalense que, sin precipitarse, intentó buscar las vías más adecuadas para superar el potente entramado defensivo del cuadro germano que, sin embargo, no tuvo claridad casi nunca para salir con rapidez y peligro en ataque.
El mismo pecado persiguió al Sevilla, pues, aunque controló bien el choque en defensa y fue el que más insistió en generar opciones de gol, le faltó más osadía, clarividencia y quizás talento para hacer daño de verdad.
Rafa Mir, tan activo como desatinado, tuvo dos ocasiones que no supo definir: la primera, en el ecuador de esta mitad, al sacarle su remate el galo Roussillon tras un centro de Acuña; y, sobre todo, a la media hora, cuando no atinó a enganchar una dejada de cabeza de Ocampos. A partir de ahí, el Wolfsburgo respiró, aunque siguió sin tener llegadas claras.
A los tres minutos de la reanudación marcó Steffen, al caerle a sus pies un despeje de Jesús Navas en un intento de remate del gigante Weghorst, lo que descompuso a un Sevilla que refrescó al equipo con la entrada de Lamela y Rakitic. Pero a los sevillistas les costó reaccionar, fueron incapaces de crear opciones claras ante el meta belga Casteels y, para colmo para los andaluces, el Wolfsburgo salió, ahora sí, con rápidas contras al ataque, como en una que llegó a Weghorst, pero Bono evitó con el pie el gol en el mano a mano.
El Sevilla nunca perdió la fe y, tras un tiro de Rakitic que taponó en el área Arnold, siguió empujando hasta que a cinco minutos del final un centro lo despejó Guilavogui, pero en su acción le dio con la plancha a Lamela. La acción fue analizada por el VAR y, después de que el árbitro la viera en el monitor a pie de campo, decretó penalti y amonestó a Guilavogui, que fue expulsado al tener otra amarilla. La pena máxima la transformó en el 1-1 definitivo Rakitic, con un tiro ajustado que engañó a Casteels.