Moreno y Espadas creen posible un acuerdo sobre el Presupuesto de 2022
● La reunión entre el presidente y el líder socialista dura dos horas, mientras que la de Vox apenas llega a 10 minutos ● El alcalde de Sevilla no presenta líneas rojas de negociación
Una reunión de dos horas da para mucho más que un disimulo de negociación. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, estuvo hablando ayer con el líder socialista, Juan Espadas, más allá de los previsto, y ambos coincidieron en que es posible acordar un Presupuesto de la Junta para 2022. Por contra, la cita con el portavoz de Vox, Manuel Gavira, aliado del PP en las anteriores cuentas, no duró más de 10 minutos. Vox certificó que no apoyará el Presupuesto de PP y de Ciudadanos, al entender es un incumplimiento de sus anteriores acuerdos.
Espadas declaró, tras el encuentro, que observa “la búsqueda de aun acuerdo presupuestario y político entre el presidente y yo; tengo la sensación de que es posible un acuerdo”. Como se encargó de adjetivar, sería “inédito” un pacto de estas características entre el PP y el PSOE. Más reveladora fue la valoración del portavoz del PP, José Antonio Nieto, ya que su partido se había mostrado muy escéptico ante los primeros posicionamientos de Espadas. “Hay razones para pensar que un acuerdo se podría concretar”, indicó Nieto, que calificó de “sensata” la postura socialista.
Juanma Moreno se reunió con todos los portavoces de los grupos políticos del Parlamento. Junto a él, su consejero de Hacienda, Juan Bravo, que prepara unas cuentas expansivas, con un crecimiento de alrededor del 3%. La ronda ha certificado lo que este jueves ya se vio en el Parlamento: la retirada de Vox del acuerdo con el Gobierno. Ante esto, PP y Ciudadanos están obligados a explorar el ofrecimiento de Espadas, y por lo escuchado, éste comienza a ser creíble.
Este alineamiento del PSOE con el PP, que podría extenderse a otros acuerdos más allá del Presupuesto de 2022, rompe con el choque derecha-izquierda en la Cámara, y descoloca a Vox como factor imprescindible en el calendario legislativo. El partido de Santiago Abascal intenta que Moreno adelante las elecciones autonómicas, pues entiende que es ahora cuando podrían sacar mayor rédito electoral. Ciudadanos se encuentra en una posición de extrema debilidad, y Vox podría consolidarse como aliado necesario tras las elecciones. De modo oficial, las razones de la ruptura son los incumplimientos del Gobierno de Moreno.
Espadas eludió hablar de líneas rojas en la negociación. Busca un mejor reparto de los fondos europeos con los ayuntamientos y la mejora de la financiación municipal, pero ha extendido el acuerdo a otros asuntos, como la equiparación salarial de los sanitarios y profesores andaluces con los de otras comunidades. Espadas entregó a Moreno un documento de negociación sustentado sobre ocho ejes.
La negociación de las cuentas de 2022 no tiene que ser difícil, si hubiese voluntad de acuerdo entre ambos, ya que se trata de un Presupuesto expansivo, donde las partidos de sanidad y educación no van a bajar.
El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, mostró su confianza en que la posición del PSOE-A no sea “una pose” y que “las actitudes se conviertan en hechos”. El consejero de Presidencia explicó que el Ejecutivo andaluz no quiere prorrogar los presupuestos y que va a “echar el resto” para que la legislatura sea “redonda”, con cuatro presupuestos. Bendodo advirtió de que si hay que prorrogar las cuentas “se hará”. Sobre la reclamación de Vox de elecciones adelantadas, le pidió que “guarde las pancartas” y que siga “remando en la misma dirección” con PP y Ciudadanos, ya que Andalucía “necesita estabilidad”.
Inmaculada Nieto, de Unidas Podemos, se mostró abierta a valorar dónde pueden "transitar algunos puntos de acuerdo" con el Gobierno para los presupuestos del 2022, pero ha reclamado "un giro de 180 grados" donde se pongan por delante la protección del bienestar social y el cambio del modelo productivo.
El Gobierno de PP y Ciudadanos ha aprobado tres Presupuestos durante esta legislatura, los tres con el apoyo parlamentario de Vox.
Una reunión de dos horas da para mucho más que un disimulo de negociación