Un impulso a las grandes promesas de la ciencia
● La colaboración público-privada es clave para consolidar el sector biotecnológico español ● De él dependerá hacer más accesibles los logros de la biomedicina
Desde hace al menos dos décadas en muchos ámbitos que tiene que ver con la investigación científica, la innovación y el modelo productivo, se repite el mantra de la necesaria colaboración entre las instituciones públicas y las privadas. El sector de la biotecnología es altamente diverso y complejo. La genómica, la proteómica, la secuenciación genética apoyada por la bioinformática o las nuevas vías para encontrar dianas terapéuticas están determinando no ya la innovación terapéutica sino adelantándose a prever qué necesitará la industria farmacéutica y de tecnologías diagnósticas dentro de uno o dos lustros. El escenario pandémico y el ejemplo de las vacunas han supuesto un revulsivo en este sector. Así se ha puesto de manifiesto durante Biospain 2021, el congreso de la Asociación Española de Biotecnología (Asebio) que ha tenido lugar estos días en Pamplona. Allí se han reunido más de 900 profesionales procedentes de más de 550 entidades de 30 países.
“La clave está en la colaboración entre lo académico y lo empresarial, lo público y lo privado. Este encuentro es un claro ejemplo de esa vía. De ello depende también la proyección internacional de las empresas españolas del sector para favorecer el desarrollo de las compañías y atraer inversión”, explicó Ion Arocena, director general de AseBio. En un contexto inmediato tan determinante como la pandemia, Arocena apuntó que “hemos sabido reaccionar en tiempo récord para recuperar la normalidad y encontrar soluciones” y citó otro contexto en el que la Biotecnología también tiene mucho que aportar: la búsqueda de soluciones para las amenazas del cambio climático.
Uno de los ejemplos de esta colaboración es Nasertic. “La secuenciación aplicada a la Medicina Personalizada busca el desarrollo de herramientas de secuenciación masiva que permiten la detección de anomalías congénitas relacionadas con alta probabilidad de determinados tipos de cáncer a través de tareas de supercomputación”, explica Gonzalo R. Ordóñez, director de Laboratorios y Medicina Personalizada de Nasertic, ente instrumental del Gobierno de Navarra que acoge el Centro de Secuenciación Masiva y el Centro de Supercomputación.
En la misma línea, Asabys Partners, gestora de capital riesgo, ha invertido en iniciativas, spin offs, surgidas del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) y la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados. Según Clara Compas, cofundadora de Asabys, “la tecnología va más rápido que las universidades” por lo que aboga por “combinar la especialización y la visión global para desarrollar y atraer talento”. La colaboración entre am
bas instituciones permite desarrollar proyectos viables orientados al desarrollo de nuevos anticuerpos monoclonales, implantes cerebrales, el desarrollo de tecnologías que permiten actuar sobre proteínas concretas que abren grandes posibilidades o el desarrollo de micro catéteres de acceso distal para trombectomías cerebrales y tratamiento del accidente cerebrovascular.
Para Gils Jan Jochems, director general de Promega Biotech Ibérica, la relación entre las instituciones públicas y el sector biotecnológico se va a ver avivada gracias a los fondos Next Generation, ya que implican la vinculación de un partner industrial en los proyectos que aspiren a ser financiados. Su compañía trabaja desde hace 30 años en tecnología bioluminiscente útil para multitud de aplicaciones en biomedicina, desde el desarrollo de fármacos al estudio de mecanismos celulares claves en la aparición de enfermedades. “La innovación exige además tratar de dar respuestas ahora a las necesidades que demandará la industria farmacéutica dentro de cinco años”.
El encuentro ha servido para debatir entorno a muchos temas globales relacionados con la agenda internacional, como el desarrollo de productos biológicos que faciliten la sostenibilidad, las herramientas y reflexiones que ayudarán a hacer frente a futuras pandemias o cómo será la alimentación del futuro cercano y qué soluciones aportará la biotecnología.
Asimismo, ha albergado anuncios importantes, como la presentación a cargo de la empresa Neurofix del desarrollo de un tratamiento pionero específico para el dolor neuropático por lesión medulares y que se encuentra actualmente en ensayo clínico fase II, previa al registro comercial del fármaco, prevista a la par que su salida a Bolsa en 2022.
La innovación exige ahora respuestas a necesidades que surgirán en cinco años