Europa Sur

Arrebatado, imperial, único...

● Morante ejerció de sumo sacerdote del toreo en una faena antológica al cuarto toro para consagrars­e como el torero de Sevilla ● Fogonazos de Juan Ortega y tarde gris de Roca Rey

- LUIS CARLOS PERIS

LLEGÓ esa eclosión que tanto se echaba en falta y ocurrió en el cuarto de la tarde gracias a la magia suprema del sumo sacerdote de la tauromaqui­a actual y también de la de otros tiempos, ¿de todos los tiempos?, la duda me corroe los adentros, pero la temporada más grande de su vida ha tenido el colofón de su faena a Jarcio ,un colorao bien hecho corrido en cuarto lugar y que se fue sin sus orejas, que iban en las manos de José Antonio Morante Camacho, ese genio de la orilla derecha.

Había amanecido el gran día, viernes sin farolillos pero con un cartel que no admitía una sola objeción. Y se cuelga el no hay billetes, cuarto del ciclo, y la tarde es rutilante, sevillanís­ima, sin que le falte al guiso un perejil. Es la tercera cita del gran chamán de La Puebla encabezand­o una terna para soñar. Es también la tercera aparición del hombre que nos hizo salir toreando por las calles hace una semana, ese Juan Ortega presente ya en todos los devocionar­ios de la Fiesta para que le acompañe en su despedida el mayor imán de las taquillas de hoy, el peruano Andrés

Roca Rey. Y en los chiqueros, seis toros de Juan Pedro Domecq, digno hijo de aquel criador de toros artistas, y que ha traído un lote completame­nte de cuatreños y bastante vareados.

Pero no puede empezar peor la tarde, pues el primer juampedro ve el pañuelo verde por su falta de fuerza y en su lugar sale un hermano sin las hechuras debidas para Sevilla. Tampoco sirve, embiste a saltos y Morante se lo quita de encima tras intentar un imposible. Y en el cuarto, de forma inopinada por las condicione­s que exhibía el toro y gracias a cómo Morante fue inventándo­se la faena soñada, ésta surgió. Ya con el capote, el cigarrero había desempolva­do una tauromaqui­a antigua con tijerillas genuflexo, con lances de revés para llevarlo a caballo, como si estuviera homenajean­do a José, su ídolo. El acabóse llegó en la muleta mediante un Morante arrebatado, imperial y único que daba naturales redondos y redondos con una naturalida­d marca de la casa y sin necesidad de que tocase la banda. Y en su arrebato fue cogido de mala manera, se fue por la espada y mató como dicen que mataba Lagartijo el Grande. Las dos orejas y la constataci­ón de que, al fin, Morante se confirma como el torero de Sevilla.

Esperado con devoción Juan Ortega, su primero no le dio opciones con el capote, pero sí impregnó de torería el albero con la muleta. Con un majestuoso toreo a dos manos, el trianero llegó a los medios para pegar un par de trincheril­las llenas de sevillanía. Haciéndolo todo muy despacio, diríamos que casi inventándo­se una faena que el toro no merecía, poniéndolo todo el torero y siempre muy despacio, marchoso aun con naturalida­d en los desplantes, el pinchazo que antecedió a la estocada dejó todo en saludos desde el tercio. Cuando sale el quinto la plaza ya está sumida en el Síndrome Morante, en esas condicione­s resulta complicado torear y si el toro no colabora, misión imposible, pero Juan Ortega sale de este San Miguel con el cartel por las nubes.

La tarde fue de absoluto contraesti­lo para Roca Rey, un torero que nunca optó por esta ganadería. Fue la tarde más gris en la andadura sevillana de Roca Rey y no puede decirse que no lo intentara, pero él necesita un toro que aporte más emoción que estos artistas de Juan Pedro Domecq. No pasó del saludo en ambos y la tarde, ya noche cerrada, remató con la gente toreando por las calles gracias a ese milagro que un torero como Morante es capaz de hacer con un toro.

El de La Puebla fue cogido en el meollo de un recital efectuado con la música callada

 ?? JUAN CARLOS MUÑOZ ?? Así, obligando a que ‘Jarcio’ siga su muleta hasta el infinito, es como Morante fue metiéndolo en el canasto para cuajar una faena que ya está con letras de oro en los anales de la tauromaqui­a.
JUAN CARLOS MUÑOZ Así, obligando a que ‘Jarcio’ siga su muleta hasta el infinito, es como Morante fue metiéndolo en el canasto para cuajar una faena que ya está con letras de oro en los anales de la tauromaqui­a.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? 1. Majestuoso trincheraz­o de Juan Ortega a ‘Guiño’, primero de su lote. 2. El recibo por tijerillas genuflexo fue el inicio del fantástico recital que Morante de La Puebla dio ayer en la Maestranza. 3. Largo natural de Roca Rey a su primer toro. 4. Desmayado natural de Ortega al segundo toro de la tarde. 5. En lo mejor de su recital, ‘Jarcio’ cogió a Morante de forma espeluznan­te. 6. Con las plantas asentadas en el albero, José Antonio Morante dice cómo es la verónica.
1. Majestuoso trincheraz­o de Juan Ortega a ‘Guiño’, primero de su lote. 2. El recibo por tijerillas genuflexo fue el inicio del fantástico recital que Morante de La Puebla dio ayer en la Maestranza. 3. Largo natural de Roca Rey a su primer toro. 4. Desmayado natural de Ortega al segundo toro de la tarde. 5. En lo mejor de su recital, ‘Jarcio’ cogió a Morante de forma espeluznan­te. 6. Con las plantas asentadas en el albero, José Antonio Morante dice cómo es la verónica.
 ?? REPORTAJE GRÁFICO: JUAN CARLOS MUÑOZ ??
REPORTAJE GRÁFICO: JUAN CARLOS MUÑOZ
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain