La ultraderecha de Bolsonaro siente la presión de Lula a un año de las elecciones
Cuando falta un año para las elecciones en Brasil, la posibilidad de un regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva se consolida y pone en jaque a la ultraderecha que lidera el presidente Jair Bolsonaro, cuya imagen se desdibuja cada semana. El creciente malestar con el Gobierno de Bolsonaro se expresa en las encuestas y también en las calles, en las que este 2 de octubre, justo un año antes de las elecciones, grupos de la oposición y sindicales se manifestaron en distintas ciudades contra su gestión y su política económica.
Superados los problemas que le llevaron a pasar 580 días en la cárcel condenado en unos procesos por corrupción luego anulados por cuestiones de jurisdicción judicial, Lula está más libre que nunca y ya articula la que será su quinta candidatura presidencial. De hecho, la próxima semana tiene previstas reuniones privadas con partidos de
El creciente malestar contra el presidente se expresa en sondeos y en las calles
centro y derecha que están en la frágil base de apoyo a Bolsonaro pero que, entre 2003 y 2011, estuvieron también en la que fue su variopinta coalición de Gobierno.
Favorecido por el creciente “antibolsonarismo”, Lula se presenta con un discurso humanista, en su mejor versión “paz y amor”, toca los puntos frágiles del Gobierno y en especial el hambre que hoy pasan millones de brasileños y que llegó a erradicar en su gestión. Alentado por las encuestas, Lula “juega parado”, dijeron fuentes del Partido de los Trabajadores (PT), convencidas de que la propia crisis del país tiende a aumentar el desgaste de Bolsonaro.
De acuerdo a los sondeos, Bolsonaro tiene un índice de rechazo del 65 % y una intención de voto para 2022 que no supera el 30 %. Las mismas encuestas dan como claro favorito a Lula, con casi un 50%, y contemplan también a media docena de posibles candidatos de la llamada “tercera vía”, que intentan romper la polarización pero que en conjunto suman cerca de un 15 %.