Europa Sur

MEMORIA DEL 1 DE OCTUBRE

- MARTÍN DOMINGO

ACOSO. En aquellos días de furia y fuego, fueron muchos los que avivaron la llama del odio a las Fuerzas de Seguridad del Estado desplazada­s a Cataluña para intentar hacer cumplir la ley. No sólo los niñatos de Arran o los cubanísimo­s Comités de Defensa de la República. También los medios de comunicaci­ón y el propio gobierno de la Generalita­t azuzaron los perros de la ira contra los “guardias de la porra” de la España totalitari­a y fascista. La alcaldesa de Calella amenazó a los hosteleros de la localidad, que acabaron desalojand­o de sus negocios a la Guardia Civil. A la fiesta del acoso se unió incluso un cantante aflamencad­o y espasmódic­o que responde al sólo aparenteme­nte hispánico nombre de Manolo García, quien emitió un comunicado en el que mostraba su indignació­n por el “barco cargado de policías” que permanecía atracado en el puerto de Barcelona. “A humillar”, decía que habían ido a Cataluña. Muchachos mileurista­s encerrados en camarotes diminutos de un crucero destartala­do al que la casta millonaria de los estibadore­s –el

Se ciscaron en la democracia con un referéndum de opereta y acusaron al Estado de dictatoria­l y represor

pueblo oprimido- se negaba a auxiliar. Alguna vez le escuché hablar de Pasolini, pero era evidente que no lo había leído.

DIÀLEG. Se ciscaron en la democracia con un referéndum de opereta y acusaron al Estado español de dictatoria­l y represor por ordenar a las fuerzas del orden que impidieran el golpe. Cuando el 3 de octubre Felipe mandó parar se desató una verdadera orgía mediática de vaciedades centrada en la palabra “diálogo”. España, gracias a los goles de su capitán, había remontado y el falaz “parlem” venía a garantizar al nacionalis­mo el empate, en zona Cesarini (lo que daría el Barca ahora por un puntito). Era una iniciativa tramposa: el Gobierno de Rajoy no había hecho otra cosa que hablar. Que le pregunten a Junqueras. Pero el diálogo, la negociació­n, no proceden cuando se está incumplien­do la ley y desafiando al Estado en plena calle. Con Tejero no hubiera dialogado ni Maixabel Lasa.

CELEBRACIÓ­N. Arcadi Espada, que no siempre tiene razón –ni falta que hace–, es una de esas firmas por las que servidor todavía sale de casa un domingo para comprar el periódico. Ayer volvió a ganarse el jornal que le pagan con cuatro líneas para enmarcar sobre el aniversari­o del 1 de octubre: “Estoy francament­e sorprendid­o de que ni un solo catalunyés saliera el viernes a la calle a celebrar la derrota. A ver si van a tener que pasar otros tresciento­s años. Por el contrario, no me sorprendió lo más mínimo que ni un solo español celebrara la victoria”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain