Va de tarjetas
Mucho se habló en su día, hace ya más de tres años de aquello, del uso de las denominadas tarjetas ‘black’ por cuenta de casi un centenar de miembros de la dirección y el consejo de administración de Caja Madrid, más tarde Bankia. La misión del citado instrumento de pago era, entre otras, la de atender ciertos compromisos, no siempre legítimos, sin tener que recurrir a sus ya de por sí elevados ingresos. Decenas de tarjetas de crédito con las que satisfacer además ciertos gastos personales, sin justificante alguno de los pagos efectuados, como estancias de lujo, comidas y vestuario en acreditados hoteles y ciertos establecimientos de postín. En apenas nueve años se alcanzó un importe total superior a poco más de doce millones de euros de gasto. Fue entonces cuando el Tribunal Supremo decidió ratificar la condena debidamente impuesta con anterioridad al máximo responsable de aquél desaguisado, cuatro años y medio de prisión, así como confirmar la comisión del delito de apropiación indebida a un total de sesenta directivos y altos cargos del consejo de administración de la referida Caja.
Pues bien, todavía sin haberse acallado todo el revuelo ocasionado a raíz del uso de las tarjetas ‘black’ surge otro caso semejante, si bien de mucha menor relevancia en cuanto a la cantidad despilfarrada, a fin de satisfacer ciertas visitas a establecimientos de mala nota. Son las denominadas tarjetas ‘Faffe’, un instrumento de la Consejería de Empleo creado para formar a los parados. En la práctica su cometido consiste en abonar gastos en diferentes burdeles y clubes de alterne de distintas capitales andaluzas, según declara el propio director ante la juez correspondiente, por un importe de 32.000 euros a cuenta de la tarjeta de la fundación pública.
Pasado un tiempo hoy es el día en el que el asunto del pago en prostíbulos con fondos públicos de la Faffe se encuentra próximo a juicio. El uso de distintas tarjetas bancarias de la ya extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo para el abono de servicios en locales de prostitución está más cerca de ser juzgado por un tribunal popular. Por estos hechos se encuentra encausado el que fuera director técnico de la Faffe para quien Fiscalía pide seis años de cárcel y multa. Las declaraciones del confeso sinvergüenza pese a su total arrepentimiento y haber restituido personalmente el desembolso no justifican de manera alguna su indigno proceder. Ni black ni faffe, roja directa es lo suyo no en vano esto va de tarjetas.